domingo, 11 de diciembre de 2016

Valoración de «Filosofía para Niños»: un programa de enseñar a pensar. Félix García, Roberto Colom, Santos Lora, María Rivas, Vicente Traver

Valoración de «Filosofía para Niños»: un programa de enseñar a pensar.  Félix García, Roberto Colom, Santos Lora, María Rivas, Vicente Traver 


La filosofía para la niñez se propone, ante todo, ser una materia eficaz para estimular las capacidades cognitivas de los estudiantes. Evidentemente no todos tienen la misma predisposición académicamente hablando y tampoco aprenden del mismo modo, pero sí puede haber un esfuerzo que reduzca, en lo posible, las desemejanzas que se generan cuando  un estudiante es bueno para unas materias, pero no tanto para las otras. La filosofía, aplicada a la niñez en este caso, procura ser una herramienta que le ayude a comprender y asimilar mejor los conocimientos de diversas disciplinas escolares. La filosofía para niños, en particular, está diseñada para contribuir al desarrollo de las habilidades básicas de un pensamiento crítico y creativo. El programa pretende convertirse en una ayuda para que los niños piensen por sí mismos. La finalidad es el desarrollo y refuerzo de las siguientes habilidades básicas:
(a) sacar inferencias perceptuales, lógicas y causales;
 (b) hacer asociaciones y analogías;
(c) formular hipótesis;
(d) efectuar distinciones significativas;
(e) considerar las alternativas;
(f) buscar razones, explicaciones y supuestos.

Si bien el programa guarda un cierto parentesco con otros programas semejantes encaminados a desarrollar las habilidades cognitivas fundamentales, podemos señalar cinco características que le diferencian de los demás: 
(a) es un programa de metacognición: plantea que la mejor manera de mejorar las habilidades de pensamiento es hacer que los niños piensen en su propio pensamiento; 
(b) es un programa de filosofía: las habilidades propias de una discusión filosófica son adecuadas para ayudar a los niños a desarrollar ese tipo de habilidades; 
(c) es un programa a largo plazo: considera que una intervención pedagógica significativa se debe extender a todos los años de la escolarización obligatoria, y es por eso por lo que ofrece materiales curriculares para poder trabajar con niños desde los 4 hasta los 18 años; 
(d) es un programa integral: no sólo busca el desarrollo cognitivo, sino también el afectivo, y presta atención a dimensiones cognitivas, éticas y estéticas; y 
(e) muestra una preocupación social y política: más que estar interesado en la mejora del rendimiento académico, el programa considera que el desarrollo de este tipo de habilidades es condición necesaria para poder alcanzar sociedades democráticas.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Manuel Castells, Internet y la sociedad Red (2001)

Internet y la Sociedad Red  

Manuel Castells 


Toda sociedad, época y periodo histórico tiene sus propias características. La contemporaneidad no es la excepción a esta regla. La tecnología ha sido la propiedad característica de la cultura de hoy en día. A pesar de que internet, constituida como tal hace solo 22 años, ha cobrado una gran importancia en muchos terrenos de nuestra vida. Hay que juzgar la causa por el efecto: internet es el resultado de la evolución en las comunicaciones, que ha acortado y disminuido las fronteras y las distancias solo a unos cuantos minutos o segundos de diferencia. Usamos del internet para comunicarnos con nuestros seres queridos que se encuentran lejos, es una herramienta muy versátil para nuestro entretenimiento y ya se ha hecho parte de nuestra educación. Las últimas generaciones nos encontramos abocados al mundo de la tecnología: niños y grandes se adiestran para manejar los aparatos electrónicos que aparecen con el paso de los días. Eso, en sí mismo, no está mal. Lo que está mal es no saber dar un correcto uso de esos medios de que disponemos a diferencia de las personas que vivieron hace cien años en nuestro planeta. Se dice que la principal finalidad de la tecnología fue propiciarnos espacios de ocio, pero justamente ahora es cuando nos sentimos sobreocupados por tantas cosas que, al pasar el tiempo, surgen. Desde la escuela nos enseñaron a usar un computador, pues este se ha ganado ya en nuestro ámbito de conocimiento un espacio importante: la información que buscábamos en libros ahora la encontramos a un clic y a unos cuantos segundos de distancia. Eso no está mal. Lo que si lo está es el hecho de que no distinguimos las ocasiones en que la tecnología  ha ocupado parte de nuestras vidas que debe estar fuera de su alcance.  
Lo que en principio serviría para otros fines, término sirviendo para crearse el correo electrónico, y así mismo con otras aplicaciones al momento de innovar con la tecnología. De modo similar ocurrió con muchas otras cosas que, inicialmente servían para una cosa y fueron destinadas para otra, como lo es el teléfono. En ese sentido, el mundo hay dos clases de personas: los nativos digitales y lo inmigrantes digitales. Los primeros son aquellos que, desde tempranas etapas de su vida, han tenido contacto con el mundo digital y tecnológico. Los segundos son aquellos que, habiendo crecido en la época en que la tecnología se desarrollaba, empiezan a tener acceso a las TIC. Las personas van adquiriendo esa cultura digital y tecnológica que caracteriza al mundo moderno, al mundo de hoy. Es impresionante ver que, en países donde no se alcanzan a satisfacer las necesidades básicas de la población humana, se quiera poner el servicio de internet como una necesidad de primera mano. Sin embargo, es entendible en un mundo en que nos hemos convertido, en menor o mayor grado, en tecnodependientes. Pienso que la necesidad de internet en lugares como ese puede esperar, pues hay situaciones y cuestiones más urgentes que necesitan y tienen más relevancia que eso, aunque también es loable la intención de quienes procuran un mundo donde haya menos aislamiento y más interacción entre todos los seres humanos. Se puede decir, por lo tanto, que la tecnología es la principal herramienta del fenómeno que conocemos como globalización que sigue avanzando como la información, que da la vuelta al globo en cuestión de segundos.   Aquí surge una pregunta ¿puede ayudar la tecnología a construir historia? Hasta el momento hemos visto su gran potencial para hacerlo.  De hecho, el largo transcurso de la historia paulatinamente se ha encaminado a mejorar la calidad de vida de las personas y, en cierto modo, la tecnología lo ha conseguido junto al precio que estamos pagando por no saber utilizarla; es algo reciente, pero cuyo deber de saberla utilizar es perentorio. El problema no está en las cosas que rodean al hombre, sino en que este no ha sabido utilizar los medios que posee para su estabilidad en este planeta. Creo que no hace falta que ocurran grandes daños para que el hombre se concientice de esto. Anochecerá y veremos. 

martes, 29 de noviembre de 2016

¿De qué manera la lógica, el lenguaje y la ciencia pueden servir en mi vida cotidiana?

¿De qué manera la lógica, el lenguaje y la ciencia pueden servir en mi vida cotidiana?


En estas líneas pretendo hablar sobre la importancia y la utilidad de la ciencia, la lógica y el lenguaje en mi vida cotidiana. Estos tres elementos constituyen la realidad de manera esencial, pues la vida ha sido marcada profundamente por ellos de manera positiva y negativa. En este sentido, el libre albedrio juega un papel muy importante en la percepción que tengamos de la ciencia y de la tecnología: pueden servir para el bien, pero también para el mal. Avance científico y tecnológico no significan, necesariamente progreso y desarrollo moral.  

Cuando me hablaron de la lógica como “una ciencia formal y una rama de  la filosofía que se centra en demostrar matemáticamente los principios de la vida cotidiana”, enseguida pensé en mi relación con las matemáticas. La verdad es que no ha sido de las mejores: consideré siempre la matemática de Baldor como el primer escalón de una serie de dolores de cabeza en mi transcurso escolar como bachiller. (Considero aún a Aurelio Baldor como el primer terrorista, en sentido escolar). Nunca me gustaron las matemáticas, lo recuerdo bien desde el grado tercero de primaria al ofuscarme cuando una operación aritmética no me daba resultado, y ocurrieron muchas situaciones parecidas en años sucesivos…
            Sin embargo, al darme por enterado de que la semiótica y la matemática tienen como enlace la lógica, una nueva perspectiva de este asunto empecé a tener: las matemáticas dejaban de ser desagradables para mí y, en cierto punto, asimilables. Empezaba a divertirme. Desde esta óptica, entonces, considero que la lógica en mi vida es una herramienta muy útil para entender la impresión que los objetos me brindan. Por ejemplo la semiótica estudia el significado de los símbolos, y en nuestro entorno cotidiano encontramos una abundancia de ellos, los cuales nos revelan el sentido de cada uno de ellos. Un plato de comidas servido con cubiertos enfrente de un local denota que ahí se encuentra un restaurante. Un bus con dos niños montándose a él significa que esa es una zona escolar o cuando vemos un número en un letrero sobre la carretera indica la velocidad a la que los conductores deben ir en ese tramo de la vía, etc.  Como quiero aprender a conducir, entonces me seria de utilidad infinita conocer el significado de cada uno de los símbolos del tránsito y así seré un buen conductor; de esta manera se aprenden muchas cosas en la vida práctica y cotidiana de los seres humanos.

            Semánticamente hablando, puedo decir que, para utilizar de la manera más correcta un vocablo has de saber qué significa, de donde proviene y  así sabrás por qué se utiliza en un contexto determinado, y también usarla en tus expresiones orales o escritas. Con esto me doy cuenta que la lógica trasciende, en cierto modo, los linderos de la filosofía y que tiene amplias connotaciones científicas destacables, pero sin despreciar su índole filosófico; recordemos que la ciencia, hasta el medioevo, era parte de la filosofía, era algo integrado a ella y se desligó de ella en la modernidad.



¿Qué es la ciencia?  “La ciencia es un modo de conocimiento que aspira a formular, mediante el uso del lenguaje riguroso y apropiado, leyes por medio de las cuales se rigen los fenómenos” 

Con respecto a las ciencias, podemos decir todos que hemos avanzado en nuestra calidad de vida. La vida de hace doscientos años no es la misma a la actual, sobre todo porque contamos con facilidades que muchos contemporáneos del siglo XIX no tenían.  La ciencia me puede ayudar en cuanto a que puedo adquirir conocimientos cada vez mayores con el fin de mejorar mi calidad y condiciones de vida, como lo ha probado en el acelerado progreso que nos consta en nuestros días: cada día se inventan nuevos aparatos electrónicos, y esto parece no detenerse. Es como si la evolución humana se viese verificada por los avances tecnológicos. Puedo decir que la ciencia es útil en mi vida cotidiana porque a través de ella puedo obtener un conocimiento cada vez mejor del mundo, de esa realidad que me rodea y de la que también hago parte. Un error de a ciencia es que a menudo considera al hombre como un ente distinto de la realidad a la que pertenece; son una sola cosa, pues los daños que se perpetran en la naturaleza afectan de una u otra forma al ser humano como especie o sino miremos los estragos climáticos y de extinción que causan los excesos del hombre. Volviendo al tema principal, puedo decir que la ciencia me proporciona herramientas pertinentes para afrontar esta crisis climática y hacer de la vida algo más fácil y digna. Esto va ligado a la utilidad de la lógica. Lógica y ciencia parecen constituir un binomio indisoluble. La lógica es una ciencia, y esta última es una herramienta para el crecimiento humano, si es usada de la manera correcta.      

Pero el lenguaje también tiene su lugar en este planteamiento. ¿Qué es el lenguaje? El lenguaje es el principal medio que nosotros tenemos para interactuar, comunicarnos y relacionarnos con los demás en nuestra vida cotidiana. Sirve para describir la realidad en que vivimos y en que nos desenvolvemos;  sin él no podríamos relacionarnos completamente con nuestros semejantes… es sorprendente ver el efecto y el alcance que, particularmente, las palabras tienen en los demás. El lenguaje tiene múltiples contextos: el lenguaje escrito, hablado, gestual simbólico, etc. A mí me ayuda mucho para poder expresar lo que siento, para poder describir las experiencias que vivo en mi entorno particular. El ser humano es tal porque, a diferencia de las otras criaturas que habitan la tierra, puede expresarse; de hecho, es un ser expresivo por naturaleza. Una de las expresiones humanas más importantes, a mi modo ver, es el arte pues con él podemos demostrar la grandeza de la dignidad del ser humano y, en cierto sentido, una autorreflexión sobre su lugar en la realidad y los diversos aspectos de la misma. Si no hubiera lenguaje no habría lugar para la ciencia ni para la lógica, pues estas se sirven de él para hacerse accesible e inteligible para el hombre como una expresión segura de la realidad. 

Podemos decir aquí que la ciencia, la lógica y el lenguaje, en la vida cotidiana, son las tres columnas sobre las que descansa nuestra experiencia cognitiva de la realidad a la que pertenecemos. La ciencia ha contribuido enormemente al desarrollo de la humanidad en todas las épocas, de modo especial en la nuestra. En ese sentido, somos privilegiados con respecto a las antiguas generaciones, pues poseemos muchos medios y facilidades que ellas no tenían. Es como si el ser humano se hubiera dado cuenta de que debía avanzar a la par del tiempo en que se desarrolla su historia. Los avances científicos y tecnológicos de hoy resultarían impensables para los hombres de otras épocas anteriores, y las películas de ciencia ficción dan una muestra bastante convincente de eso.  Solo esperemos que ciencia y avance tecnológico signifique progreso para nosotros como especie. 

jueves, 24 de noviembre de 2016

Los entretelones de la invasión musulmana a Europa.

Los entretelones de la invasión musulmana a Europa


Una de las cuestiones que más ha preocupado al Occidente es la notoriedad acaecida aproximadamente desde 2011 es el problema de la inmigración, sobre todo de los musulmanes a Europa. A todas luces, es un problema que merece la atención de los organismos capaces de intervenir en cuestiones diplomáticas para la solución de los conflictos causantes de estos problemas, pues un país con altos índices de migración puede arruinarse por la falta de población que lo saque adelante. Pues bien, un fenómeno bastante percibido por las cadenas televisivas es el problema de los refugiados en Medio Oriente, los cuales salen de su tierra para instalarse en  Europa. Ahí suceden cosas como la progresiva disminución de la gente joven y la baja tasa de natalidad[1]; esto facilita la repoblación europea por parte de los extranjeros musulmanes  que llegan exiliados por los conflictos bélicos en el último siglo. La cuestión aquí no es simplemente la acogida del forastero, a lo cual todos tenemos derecho por nuestra condición de seres humanos, sino una imposición disimulada del credo musulmán. Esto atenta directamente contra los derechos fundamentales de la persona humana, pues todos tenemos derecho a elegir nuestras creencias personales e individuales, es decir, al pluralismo; todos pensamos distinto porque tenemos diversos orígenes a pesar de las semejanzas posibles. Se requiere que estos musulmanes, y cualquier grupo fundamentalista también, recuerden el concepto de tolerancia porque, a pesar de que seamos distintos, existe entre nosotros la unidad psíquica, la unidad de nuestra naturaleza.

“a donde fueres, haz lo que vieres”, dice el refrán y vemos que muchos musulmanes pretenden imponer su religión al lugar donde llegan, olvidando o menoscabando la identidad del lugar al cual se desplazan. Es como si alguien llegara a un lugar ajeno a imponer su criterio solo para encajar. Sin embargo, el hecho de que empiece a vivir alguien en un lugar determinado no significa, necesariamente, que pierda su identidad cultural sino que debe saber ajustarse al nuevo medio que lo rodea. Fuentes católicas pronostican que, dentro de unos 20 o 50 años, Europa profesará el islamismo como creencia oficial. Es cierto que Europa ha perdido su identidad cultural, que fue establecida en el medioevo gracias a la obra de la orden benedictina, pero tampoco es menos cierto que ISIS VA perdiendo fuerza militar. Además, se sabe que esta organización militar no va tanto por motivos religiosos sino políticos; quiere aprovecharse del caos provocado en Siria por la guerra civil que estalló a comienzos de 2011. Es como si conocieran aquello de “divide y vencerás”, pero ha sido frenado por las fuerzas bélicas occidentales.  Ahora bien, no se necesitan las armas para que podamos entender que todos cabemos en este planeta, que lo que nos une es nuestra condición de seres humanos no las diferencias que no son esenciales. Ha sido, a lo largo de la historia, una difícil lección aquella de la tolerancia, que ha sido promovida por las declaraciones de derechos humanos a lo largo de la historia, especialmente del siglo. ¿Qué más hace falta? ¿Qué necesita el ser humano para superar esta crisis? ¿Acaso hace falta otra guerra que conciencie al hombre de los horrores que pueda cometer cuando encuentre oposición de sus semejantes?  Anochecerá y veremos.          



[1] http://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/la-tasa-de-natalidad-en-europa-desciende-por-la-crisis-851373457761

martes, 22 de noviembre de 2016

XAVIER ZUBIRI FRENTE A LA LÓGICA MODERNA: Logicismo, formalismo e intuicionismo lógicos

XAVIER ZUBIRI FRENTE A LA LÓGICA MODERNA: LOGICISMO, FORMALISMO E INTUICIONISMO LÓGICOS



Como muchas de las ciencias de hoy en día, la lógica también se encuentra en un proceso evolutivo que va a la par del transcurso de los siglos. Materias y disciplinas como esta no se pueden dar por terminadas de una vez por todas, pues el pensamiento, como el hombre, es intrínsecamente evolutivo. Este carácter evolutivo se construye día por día, como si tuviese una índole teleológica.   

A este propósito, la lógica formal contemporánea dio inicio con la obra Gottlob Frege  titulada Conceptografía. A la par de Frege, destacaron autores como Boole, Bolzano, De Morgan entre otros a finales del siglo XIX. Los cuales pusieron los cimientos para la construcción lógica de Zubiri. Gracias a la matematización de la lógica, se hizo posible un perfeccionamiento de esta disciplina. A esta concepción de la lógica formal matematizada se le han dado los nombres de álgebra lógica, lógica simbólica y logística.  Sin embargo, en esta labor, Zubiri no estuvo solo. Lo acompañaron también Bertrand Russell, L. E. J. Brouwer y D. Hilbert. En este sentido, se puede decir que nuestro autor asumió el logicismo, el formalismo y el intuicionismo para trasladarlos al plano de la lógica formal de modo que fuera la ruta que asumiera la lógica en la época contemporánea. Incluso se podría decir certeramente que la filosofía española se puso al tanto de la filosofía que recorría toda Europa en aquel entonces.

Con respecto al tema de la logística, Zubiri asumió la postura russeliana de que la lógica y la matemática son disciplinas idénticas. Esto lo podemos comprobar en la obra filosófica La evolución de la matemática en la edad contemporánea. Con esto, podríamos entender el hecho de que exista la lógica expresada en símbolos matemáticos en lo que llamamos la lógica matemática, cuya presencia es notoria no solamente en ámbitos filosóficos y matemáticos sino en un amplio número de programas a nivel universitario. En el ensayo citado por Zubiri de Gómez Izquierdo, titulado Nuevas direcciones de la lógica, se postulan las diversas corrientes que son: dirección idealista, lógica inductiva y lógica de las ciencias. Revisadas cada una de las principales fuentes, tenemos que la logística es:
a) Sólo una más de las diferentes direcciones en que marcha la lógica
b) un movimiento característico principalmente de Inglaterra, Boole, Russell
c) una disciplina que exige un conocimiento preciso y molesto del simbolismo matemático
d) un artilugio intelectual rebuscado que no utiliza nadie
e) una disciplina que carece de verdad y de significación intrínseca y
f) un formalismo cuyo origen se remonta a Raimundo Lulio.


Por otra parte, hay que mencionar que los dos exponentes del intuicionismo lógico: Brouwer y su discípulo Weil. Siguiendo a Poincaré y también a Boutrux, el intuicionismo sostiene que la matemática es independiente de su expresión lógico simbólica con la que podamos representarla.

¿Qué le interesó al joven Zubiri de esta nueva orientación de los estudios lógicos? Al revés que el logicismo, el intuicionismo resultó una dirección de la lógica formal contemporánea que le pareció compatible con la filosofía fenomenológica de Husserl. El enlace, claro está, era el concepto de intuición. La intuición es el carácter intelectivo del acto intencional de la conciencia. Es la aprehensión de algo inmediato y previo como fundamento esencial del juicio lógico o de la operación matemática. Este interés por la intuición esencial lo repite Zubiri en otro trabajo suyo de juventud, Filosofía del ejemplo. Zubiri y Ortega vinieron a pensar que el logicismo (así como la lógica formal tradicional) no son ya capaces de superar las fundamentadas críticas del intuicionismo de Brouwer y, en consecuencia, hallaron que la nueva lógica simbólica se mostraba resueltamente incompatible para la marcha de la filosofía contemporánea en general y para sus propios proyectos filosóficos muy en particular. Algo que, una vez tuvieran noticia de los resultados de Gödel, confirmarían de manera definitiva.  Lo que sucede ahora, varías décadas más tarde, es que la matemática intuicionista no es ya sostenible por muchas razones, entre ellas, dice Zubiri, porque no podemos intuir conjuntos de cosas, ni siquiera si el conjunto fuera finito como quería Brouwer frente a Cantor. Un conjunto matemático es, para el maduro Zubiri, una realidad postulada por la razón. Muy lejos de aquella memoria de oposiciones a cátedra en Salamanca, afirma Zubiri que, en estricto rigor, no puede llamarse intuicionista a la matemática de Brouwer.

Con respecto al problema del formalismo, cuyos representantes son Hilbert y Zubiri, a este último no le intereso el formalismo lógico del primero aunque haya adquirido un libro suyo. La concepción de la Lógica que ofrece ahora Zubiri parece obedecer más a unas coordenadas si no opuestas, al menos, radicalmente diferentes de todos los otros trabajos anteriores. Su vinculación con respecto a los problemas de la fundamentación de la matemática es tajante; pareciera que Zubiri, siguiendo el impulso de la filosofía fenomenológica (Lógica Formal y Lógica Transcendental) se hubiera propuesto volver a la raigambre fundamental del lógos, volver hacia la descripción del sentido propio de la lógica. Un vuelta hacia la primera indicación del concepto específico de la lógica, como también se encuentra en Heidegger (Lógica. La pregunta de la verdad).  

miércoles, 16 de noviembre de 2016

FARC y grupos cristianos llegan a puntos comunes sobre el enfoque de género.

FARC Y GRUPOS CRISTIANOS LLEGAN A PUNTOS COMUNES SOBRE ENFOQUE DE GÉNERO

La cuestión de la ideología de género, en el acuerdo de paz sobre el cual se votó el pasado 2 de octubre, es un tema ampliamente desconocido. Muchos creían que, al hablar de ideología de género, se aludía a la concesión de derechos a minorías con diversa orientación sexual. Esto es una equivocación producto de la ignorancia al tratar el asunto de la ideología de género. En el acuerdo de 297 páginas, la  ideología de género, (si vemos el contenido de tal propuesta podremos darnos cuenta que está mal nombrada) se refiere a la salvaguardia de los derechos de la mujer. Si hay que hablar de derechos, los primeros que deben mencionarse son las familias, pues ellas son las que constituyen la sociedad de modo elemental y primigenio. No se les puede considerar como “familia” a otro tipo de uniones diferente a la unión de un hombre y una mujer. Parece que la promulgación de cartillas de educación sexual por parte del gobierno y la consideración que tienen las FARC con la comunidad LGTBI fuera un intento de degeneración social de manera cínica. El concepto de familia debe ser protegido más allá de una convicción religiosa. Con el acuerdo sometido a voto popular el pasado 2 de octubre, las FARC pretendían mucho con respecto a su posición en la sociedad colombiana. Por eso, no debe ser sorpresivo que muchos de nosotros hayamos votado por el No y no por el Sí y que muchas personas se hayan querido abstener de votar. Esto no significa que no queramos la paz, sino que nos damos cuenta que el plebiscito no es la forma ni la manera más justa y adecuada para alcanzar la paz, pues si se trata de derechos y exigencias, los primeros que deben ser reparados son las victimas sobrevivientes y los familiares de las victimas caídas. Eso sí sería lo más justo.  Las FARC incluyeron la ideología de género en un momento en que esto influencia la sociedad colombiana. No es un tema nuevo ni tampoco es el más importante en el progreso de ningún país.  Creer lo contrario es como querer tapar el sol con una mano, lo cual es imposible. Estoy convencido que la cuestión de la ideología de género no es un asunto que se deba traer a colación en un documentos de la índole del plebiscito.  ¿Cuál es la relación entre la ideología de género y el desarrollo nacional? Pienso que una cosa no tiene nada que ver con la otra, aunque algunos crean que tienen que ver todo. La mención de esto en el plebiscito tiene más el aspecto de una cortina de humo que una voluntad de conciliación por parte de los responsables del conflicto armado. Se habla eminentemente de actuar en democracia, pero no se puede pretender que un grupo que ha mucho daño al país tenga acceso a la política. Es como si se le diera carne al tigre para que no mate a su dueño: llegara un día en que quiera más  y no se contente con lo que le dan sino que quiera comerse la mano del que lo alimenta. Los cristianos protestantes no son los únicos interesados en que se respeten los derechos de la familia; todos como colombianos queremos que eso sea respetado más allá de las condiciones que se propongan en un documento plebiscitario. El hecho de que las FARC rectifiquen sus exigencias es algo más que debido para todos nosotros, pues ellos han sido los más activos en cuanto a violencia se refiere.  

jueves, 3 de noviembre de 2016

Filosofía con niños: ¿Camino para un pensar transformador en la escuela?

Filosofía con niños, ¿camino para un pensar transformador en la escuela?[1]

En muchas de nuestras experiencias vitales nos hemos encontrado con problemas y polémicas que se han suscitado a nuestro alrededor por la arbitrariedad de las acciones humanas: basta, por ejemplo, echar un vistazo en las cuestiones políticas de nuestro tiempo, cuando es nuestra época una de las más convulsionadas históricamente hablando. Nos encontramos ante diversos tipos de problemas, y la única sensación que esto nos produce es una incertidumbre a todas luces irritante; ignoramos y desconocemos las intenciones de cada una de las partes, pero podemos más o menos intuirlas. Pues bien,  la misma situación se presenta en el ámbito educativo. Nos damos cuenta que la educación, en la actualidad y sobre todo en nuestro país necesita un nuevo impulso, un aire fresco que la renueva tanto en sus estructuras como en sus agentes educativos: padres de familia, estudiantes y profesorado, los cuales se han visto influenciados por agentes extraños a la educación: desde sistemas educativos anticuados y desfasados hasta personas ajenas a este aspecto del conocimiento humano. Muchas iniciativas educativas están encaminadas más hacia intereses políticos particulares que hacia los verdaderos ideales educativos, como si enturbiara el agua pura de una laguna con algo extraño para ella.

En este sentido, la filosofía para niños busca ser y se propone como una solución ante los problemas que se plantea la autora: ¿Por qué los niños, frente a cuestiones y actividades vinculadas al aprendizaje de la lectura y de la escritura convencional, presentan muchas dificultades de concentración y atención para oír lo que está sucediendo en el interior del aula? ¿Por qué presentan dificultades para expresar oralmente sus ideas y pensamientos respecto de lo que está a su alrededor? ¿Onologranrelatarconclaridadsusvivenciasparaqueapartirdeellaspodamosrealizarestudiossobrelalengua? ¿Por qué no son creativos al escribir sus textos? ¿Y por qué no consiguen entender los textos leídos por ellos o por mí? ¿O presentan dificultades de comprensión sobre cualquier texto leído por ellos o por mí? ¿Y difícilmente dialogan sobre sus dudas, cuestiones y opiniones cuando solicitados a participar comentando los temas que son presentados?  ¿No habría,  ante tantas dificultades encontradas durante el proceso de aprender, otra manera de ser, de experimentar y de pensar el tiempo/espacio cotidiano de la escuela/clase?[2]

La filosofía para niños, como lo hemos visto en oportunidades anteriores, apela a la naturaleza infantil en diversos aspectos: la curiosidad innata de los niños, sus interrogantes ante las cosas que suceden a su alrededor. Estas son cuestiones importantes y elementales aun para la filosofía cuando se la estudia como ciencia general, es decir, cuando se la desvincula de la aplicación para los niños. Esto quiere decir, para ser claros, que los niños, con las inquietudes y dudas propias de su estado y con los elementos proporcionados por la filosofía para niños, pueden mejorar sus aptitudes no solamente para su adecuado desempeño escolar sino también para su futuro como miembros de una sociedad con la mira puesta en grandes y mejores cambios para la humanidad. Se nos ha metido en la cabeza que enseñar o aprender filosofía resulta algo tedioso y difícil de considerar, pero no ha sido por culpa nuestra o de la materia en cuestión sino de agentes que no han sabido cumplir adecuadamente su rol de dinamizadores del aprendizaje en las aulas, y lo mismo sucede con otras áreas del curriculum educativo actual. Por esto no se hace extraño que nos disguste una u otra materia solo que lo nuevo. Esto no es nuevo. Lo realmente novedoso es que ya hemos descubierto cuál es la causa y la posible y adecuada solución para el asunto.      



[1] Vanise Dutra Gomes. Filosofía con niños: ¿camino para un pensar transformador de la escuela? Revista de Artes y Humanidades ÚNICA. Volumen 12 N°2, mayo- agosto 2011. Pp. 160-189.     
[2] Ibídem 

Las lecciones del proceso de paz en Colombia. Adam Maida

LAS LECCIONES DEL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA

El hecho de que seamos unos de los países más violentos en el mundo no es un secreto para nadie, ni siquiera para los que hemos nacido a finales del siglo pasado y a comienzos de este siglo que aún es incipiente, pero eso no es motivo ni razón para que los grupos violentos quieran manipular al país de forma política porque no pudieron hacerlo por las armas. En los últimos años hemos sabido y visto, por demás, que los cabecillas y caudillos de los grupos al margen de la ley han sido dados de baja y los segundos al mando se dieron cuenta que era mejor tratar de introducirse políticamente en los destinos de un país que se encuentra un poco a la deriva creyendo estos (equivocadamente, por supuesto) que su visión sociológica del país y de su solución a los problemas que actualmente nos aquejan, como la arraigada desigualdad poblacional y la institucionalidad débil, son las necesarias, eficaces y más convenientes para direccionar adecuadamente los destinos de todos nosotros como colombianos. Ahora bien, el hecho de que la firma del plebiscito sea una oportunidad para el cambio tan anhelado por nosotros no quiere decir, necesariamente, que sea una garantía efectiva de que se materialice o mejor, realice lo que todos queremos: la verdadera paz, que solamente se logra con la justicia. Es una oportunidad y eso significa que no hay una seguridad infalible que garantice que se vayan a hacer los debidos cambios estructurales en el país. Por lo tanto, yo arguyo que si bien el plebiscito y los acuerdos que se contienen en ese documento firmado en la Habana por el Gobierno Nacional y las Farc es una oportunidad para el cambio no es la manera más justa y la única posible para que el país se desarrolle. Es muy posible que se construyan y se realicen iniciativas de mayor inclusión política sin necesidad de que se oficialice y postule un plebiscito que deja mucho que desear para muchos de nosotros; la tan ponderada reforma agraria también se podría realizar sin el postulado de un plebiscito como este que la garantice y asimismo muchas otras cosas consignadas en las 297 páginas que (hay que subrayarlo de manera encomiable y como un gesto evidente de inclusión en la participación democrática)  el Gobierno puso a disposición de todos nosotros para que votásemos de una manera libre, responsable y consciente en asuntos que son competencia para todos nosotros. Hay que tener en cuenta también que muchas personas, incluso antes de la mención de la postulación del plebiscito, estaban en desacuerdo con las reuniones en la Habana por la viciosa ambigüedad con que se llevaban a cabo las negociaciones desde que empezaron en noviembre de 2012. Otra cosa elogiable que merece mencionarse es aquella voluntad acérrima que ha tenido el primer mandatario actual, Juan Manuel Santos, de llevar a cabo la construcción del camino hacia la paz, que no es una bandera conquistada de una vez para siempre sino que se construye día por día esfuerzo por esfuerzo. Esto le ha merecido el premio Nobel de la Paz, que recibirá en diciembre próximo. Con todo, las intenciones no son suficientes y este caso nos lo demuestra de manera excepcional. Hace falta la cooperación de todos y cada uno de nosotros. Además, hay que destacar que, aunque las víctimas hayan perdonado seguramente esperarán que se les restituya y se repare como es debido, pues no hay esperar la reparación como un regalo o don de la generosidad de sus injustos agresores sino un deber de gravísima necesariedad. Hay que ser colombiano para entender mejor la problemática a la que nos enfrentamos, que no es solamente con las FARC, sino también con el ELN; hay que estar en los zapatos del otro para entender su situación.  Por otra parte,  se da una pequeña luz de esperanza, no una oportunidad,  para que el conflicto quede como un pasaje oscuro en los libros de historia de Colombia y de Historia Universal para las generaciones futuras.         

La paz con el ELN. Juan Carlos Garzón. Eduardo Álvarez Vanegas

Una guerrilla distinta a las FARC que requiere un proceso a su medida

Me parece muy llamativo que grupos como el ELN, después de una época violenta como la que hemos vivido en los últimos cincuenta años, quiera y tenga una voluntad de paz siguiéndose de los lineamientos y acuerdos que se propusieron en el plebiscito, refrendados el pasado 2 de octubre. Este es un tema bastante escabroso, álgido, polémico y controvertido si nos damos cuenta de que las FARC recurren a la mesa de diálogo después de un largo periodo de tiempo en el que quisieron usar las armas y la violencia y, viendo que les fue inocua la manera de conseguir sus intereses, decidieron usar la política como último recurso. El dicho dicho dice: "si no puedes con el enemigo, únete a él", y eso es justamente lo que ocurre con las FARC: no obtuvieron lo que querían por la vía violenta y pretendieron alcanzarlo de forma política, pero también este intento ha sido inútil ante un abstencionismo bastante pronunciado, que demuestra el desacuerdo ante este plebiscito y un porcentaje popular que lo expresó democráticamente en las urnas la pasada jornada electoral.  

Tal como sucedió con las FARC, la situación política de las partes se complicó un poco ante la división y diversidad de opiniones como la que se evidenció en la última jornada electoral. No obstante, y a diferencia de las FARC, el ELN se ha retractado de esto al secuestrar dos personas, cayendo en una vistosa contradicción entre lo que supuestamente quiere y lo que en verdad persigue. Es como si quisiera exigir por la fuerza y la presión algo que no está dispuesto a dar. Es una actitud muy cínica por parte de este sector guerrillero cuando quiere acceder a una negociación, que por cierto es muy ambigua, e intentar presionar como si estuviera en posición de exigir unos “derechos” que les han quitado a los ciudadanos afectados por su actividad terrorista en los últimos 50 años de historia colombiana. Se ve en las negociaciones con las FARC, y en este caso con el ELN, una intención soterrada de defender sus propios intereses. No estoy a favor de ningún bando, pues tanto como el estado tienen sus motivos para iniciar este conflicto. Es un conflicto de intereses y se mira más a los privilegiados que a las víctimas de esta guerra de connotaciones mercenarias. Se ha visto aquí una primacía de lo subjetivo sobre lo objetivo. Lo subjetivo es la visión sociológica que cada una de las partes posee: el gobierno, las FARC y el ELN. Lo objetivo es la situación real y actual del país y los cambios que verdaderamente son necesarios para que nuestra nación avance, lo cual nos debe incluir a todos, no excluirnos como prefieren algunos de ellos. No importa la capacidad militar de ninguna de las partes sino su aptitud política: necesitamos más palabras que sean verdaderas y lleguen a ser reales, más tolerancia y una mayor capacidad de dialogo, pues es eso de lo que más carecemos. Es importante resaltar que, para terminar su encargo político, al presidente le quedan solo veinticuatro meses de gobierno, por lo cual surgen otros interrogantes: ¿quién será el próximo presidente de la república? ¿cómo afrontará estas cuestiones, que son tan relevantes para la Nación? ¿Seguirá las mismas líneas del actual presidente? Son estos momentos en los que necesitamos, más que nunca,  una figura transparente y fidedigna que nos ayude a alcanzar las metas que, como país, tenemos que alcanzar.   Anochecerá y veremos.  

sábado, 8 de octubre de 2016

El culto "al uso común de las palabras"

Bertrand Russell. El culto "al uso común de las palabras". 


Nada hay tan dañino como la ignorancia. En mi entorno social, cotidiano, me he encontrado con el uso de palabras que no existen o también del habitual reduccionismo al que están acostumbrados los hablantes por las palabras que usan en sus conversaciones normales. Este fenómeno es tal que, cuando intentas utilizar una palabra distinta al normal, no eres entendido por tu interlocutor. Un ejemplo de ello es cuando usas "torpe", siendo que se describe a este tipo de personas como "traste". Esto solamente para dar un ejemplo. Si llegas a utilizar el primer término ya suena como un insulto, y toman a la mala. Este fenómeno se da, ante todo, por la ignorancia en un mejor uso del idioma español, pues hasta se inventan palabras inexistentes que carecen de una seria estructura lingüística. Los mismos usuarios de este tipo de "lenguaje" no se percatan de que, muchas veces, lo que expresan se aleja de lo que, en realidad, quieren decir. Esto se ve, más que todo, en ambientes donde se denota una carencia de estudios y educación, que engendra tantas personas analfabetas.       

También es, en gran medida y desde mi punto de vista, preocupante el uso de extranjerismos de un idioma a otro. Esto denota una ignorancia con respecto al vocabulario y al aspecto semántico de las palabras que habitualmente utilizamos. Aquí también tienen que ver cuestiones culturales, y pasa de un idioma a otro. Ciertamente que hay algunas voces de un idioma determinado que carecen de un equivalente en otra, pero se evidencia una falta de conocimiento por los hablantes.  Lo peor de esto es el carácter melindroso de tales expresiones que dan a entender que la persona tiene una elegancia artificial o fingida o también se usan frases cuyo significado es ignorado, lo cual causa inseguridad en los interlocutores.

Lo que propongo como una solución para esta problemática, tan habitual en  nuestro entorno, es un estudio un poco más atento de la respectiva lengua para una mejoría en la expresión oral en nuestro ambiente cotidiano. Podríamos decir a este respecto: dime cómo hablas y te diré cuán educado eres.

jueves, 22 de septiembre de 2016

La filosofía medieval y el hombre de hoy. César Ibarra

¿Qué le dice la filosofía medieval al hombre de hoy? 


En nuestros medios de comunicación se suceden campañas de protección y de promoción del medio ambiente, como una reacción a la conciencia del desequilibrio ecológico en el que nos encontramos. Sin embargo, los resultados positivos están lejos de verse cuando los gobiernos no se preocupan por estimular en sus ciudadanos una conciencia ecológica sobre el mundo que nos rodea: el ser humano ataca al ser humano  y a su ambiente desde todo punto de vista. Podemos verlo en la medida en que se intentan yuxtaponer globalización y cultura, pero al mismo tiempo se ve cómo una religión ataca a otra basándose en una idea fundamentalista que, por supuesto, contradice los principios de cualquier concepto religioso legítimo. Se ha dado importancia a aspectos ajenos a la esencia del ser humano, tales como la casa, común, nuestra constitución humana esencial (cuerpo y alma) y la dignidad que, debido a estas, se derivan.  En ese sentido, parecen haberse olvidado la consciencia de otredad y unidad psíquica, conceptos antropológicos claves que nos ayudan a reconocer la riqueza en la diversidad de culturas, razas, ideologías, religiones y aquellas características particulares de cada ser humano que, lejos de contraponernos, ayudarían a la aceptación mutua.
Uno de los hitos que marcó el siglo XX fue la segunda guerra mundial porque sugirió la idea de una homogeneidad necesaria que se vio presuntamente amenazada por la existencia de culturas distintas a la opresora. Se vio como enemigos de todo el mundo a los judíos, principalmente porque, en opinión de algún filósofo, estos eran una amenaza para la cultura germánica y para la raza aria en particular. Incluso se puede afirmar que, todo lo que para este filósofo constituía una alienación debía ser eliminado y desechado como adulteración y distorsión de su cultura. Se llegó a extremos tales que empezaron los alemanes, liderados y engañados  por Hitler, a atacar a los judíos, primeramente, y luego a todos los que se oponían a aquella ideología tan dañina que cobró la vida a millones de personas inocentes en campos de reclusión, tratados ignominiosamente como si estos fueran culpables de la cruda situación que Alemania atravesó en los años posteriores a la primera guerra mundial y anteriores al conflicto que se trae a colación en estas líneas. Por otra parte, cabe preguntarse si la lección antropológica que nos da la Edad Media la asimilamos ahora cuando los gobiernos procuran resaltar la igualdad de todos ante la ley, o cuando nos reunimos cada cuatro años para la competición de Juegos Olímpicos que se da cada año bisiesto en este mes de agosto que termina. Es evidente que el ser humano hace esfuerzos cada vez más reiterados para reconocer su diversidad intrínseca y la igualdad de cada uno, pero habrá que hacer más esfuerzos para alcanzar la integración tan querida por las declaraciones de derechos humanos sucesivas que se han dado a lo largo de las últimas cuatro centurias de nuestra era; basta con mirar los intereses particulares (y algunas veces mezquinos) de algunos países desarrollados que, a la postre, han sido la causa de  algunos conflictos bélicos como la guerra en Siria, por poner sólo un ejemplo. Si algunos consideran a la Edad Media como una época oscura e inútil, quizá, es porque no
reconocen el valor evolutivo que, un periodo como éste, ha aportado a la cultura occidental, como también lo han hecho a su vez la Edad Antigua, Moderna y Contemporánea. Algunos, con escasa información, miran este periodo histórico como una época dominada por la Iglesia Católica en cuanto a la institución de la Inquisición como si fuera el  único organismo institucional que existió y se desarrolló en este extenso periodo histórico. Nada más alejado de la realidad. Si caemos en vivencias cíclicas de nuestra historia es porque realmente no la conocemos y hacemos juicios anacrónicos de nuestra realidad contemporánea.
Es cierto que la Iglesia, como institución humana, ha tenido alguna ponderación en el desarrollo del curso histórico, pero también algunos países han influido e influyen en la historia humana; pensar distinto sería caer en el reduccionismo y en la parcialidad de algunas posturas en particular, lo cual no sería ni justo ni objetivo en la apreciación de la historia como objeto de estudio.  

En ese sentido, podemos decir que la cultura europea, surgida en la filosofía antigua. De modo que la Iglesia Católica, en el medioevo, cristianizó por medio de san Agustín y santo Tomás de Aquino la filosofía griega, que juega un papel esencial en la cultura del viejo continente. Por esto se dice en algunas fuentes informáticas que Europa ha perdido su identidad (según lo afirman) netamente cristiana.  He aquí la importancia de la Edad Media para el hombre de hoy: esta época histórica conservó y reflexionó sobre el legado de la antigüedad que nos transmitieron los griegos, sin mencionar que algunas de las estructuras (sobre todo a nivel político) aún perviven entre nosotros.

El que ha estudiado la historia se puede dar cuenta que cada edad vivida hasta entonces ha tenido sus luces y sombras, sus estancamientos, pero también sus avances, y que cada acontecimiento de una época particular, determinada, debe ser visto, no aisladamente sino conjuntamente en la evolución del ser humano de todos los tiempos. Uno de esos factores a favor lo podemos encontrar en la filosofía en particular  y en la época medieval en general con todos los pormenores que han determinado y, de cierto modo, configurado la cultura occidental de nuestros días. Nadie es igual ante la ley si se procura eliminar las libertades de un grupo para favorecer las de otro como ha venido pasando en alguno que otro gobierno hoy en día. Hemos de recordar que todo esto tiene un soporte ideológico en el que, a pesar de la opinión de algunos oscurantistas, ha influido mucho la mentalidad medieval en el pensamiento contemporáneo. A algunas personas les he escuchado decir que Maquiavelo y Nietzsche influyeron en la mentalidad totalitaria de Hitler, que acabó marcando el siglo XX de una manera tan nefasta que el ser humano se ha dado cuenta de su capacidad contra sí mismo, del enemigo evidente en que se ha convertido para sí mismo. La historia no puede fragmentarse, y mucho menos la historia de la filosofía sino que hay que mirarlo todo en su conjunto para comprender la índole evolutiva de la especie humana en su concepción de la realidad porque de lo contrario, caeríamos en el síndrome del eslabón perdido, es decir, no entenderíamos la historia de la manera correcta.  El ser humano se pregunta para dónde va, pero sólo podrá responder esta pregunta  cuando descubra la importancia de los pasos que ha dado antes y que lo han llevado a donde se encuentra y que lo pueden guiar hacia su meta teleológica.  
Por otra parte, cuando se habla de oscurantismo, hay que subrayar la importancia y las aportaciones de la Edad Media, tan discutida y menoscabada por algunos personajes: gracias a ella tenemos una institución que ha ayudado, como misión principal, a formar profesionales en las diversas disciplinas del saber académico. Se habla de la universidad, que también es conocida como Alma Mater, es decir, como madre nutricia de nuestra sociedad contemporánea. Sería reduccionista, y, por demás, injusto, considerar que la Edad Media es una etapa irrelevante en la historia humana; ninguna cosa más lejana a la realidad. Asimismo, comprendemos que la educación universitaria tiene mayor calidad y alcance que otros tipos de formación intelectual que cohabitan con ella en el ámbito académico actual. Así como toda etapa vital influye en la vida de cualquier ente animado, de la misma manera afecta en cada época histórica posterior su precedente temporal. Por ejemplo, gracias a la imprenta de Gutenberg, que ocurrió a principios de la Edad Moderna, tenemos en la actualidad los libros y las grandes empresas editoriales que ofrecen sus productos al mercado.
En conclusión, hemos de reconocer la importancia histórica de la que no carece, en ningún sentido, la época medieval. Hace falta una visión global para descubrir la grandeza de este tiempo y su influencia en nuestros tiempos.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Lecciones de Tolerancia: Alejandra Fierro Valbuena

Lecciones de Tolerancia: La discriminación en Colombia 


A propósito de la manera de refutar que tenemos, es cierto que, cuando discrepamos o diferimos en el pensar o en el sentir de los demás solemos ser muy duros, pues nuestra subjetividad, en la mayoría de las ocasiones, determina y condiciona nuestra visión de la realidad y la acomodamos a ella de modo que, cuando confrontamos otra versión de las cosas que nos rodean, solemos entrar en conflicto y, en los casos más extremos, en la violencia que nos ha marcado y ha caracterizado, de forma más o menos ponderante, a la sociedad colombiana. Se podría pensar, incluso, que esta situación escandalosa, como lo es la publicación de estas cartillas de “educación sexual” por parte del gobierno es un sofisma de distracción en este marco de la firma de los acuerdos para la paz, que tanto quiere y conviene al país. Si se habla de estratificación social se evidencia la falta de igualdad que caracteriza a nuestra sociedad colombiana: hay unos que tienen más posibilidades que otros porque el gobierno no ha prestado la suficiente atención a la estructura social por estar pendiente de otras cosas que poco influyen o tienen poca trascendencia en el desarrollo nacional. Con respecto al regionalismo, la cuestión es algo evidente basta darse cuenta que a veces se sobrevaloran unos para despreciar al otro. Es como si no se acabara de aprehender el significado de la palabra diversidad en un país como el nuestro. Hay algo que ha ganado relevancia, sin ninguna razón aparente, y es la cuestión sobre la sexualidad, como si fuera el único aspecto o dimensión de la vida humana. Esto se da en Colombia, e ignoramos si ocurre en el resto de Latinoamérica, sino también en todo el mundo a raíz de la alevosía de la que se pueden servir ciertos sectores para influir y subyugar a otros países.  ¿Qué aportan las ideologías de género en la construcción de un país? Absolutamente nada porque, si se degenera una estructura básica en la sociedad como lo es la familia, no se podrá hablar de un desarrollo social y nacional adecuado. De hecho, ni siquiera se puede hablar de desarrollo en ningún sentido cuando se pretende, con motivaciones de las que desconocemos su procedencia, destruir el fundamento de la sociedad humana.
Ahora bien, cuando se habla de tolerancia el gobierno sacó, hace algunos meses o semanas, una propaganda a esto. Se decía que “el estado reconoce la igualdad de todos ante la ley…” esto cae en una rampante contradicción al promover políticas a favor de la ideología de género o el aborto, que es un crimen abominable. Esto es solo la punta del Iceberg. ¿Cuál es la importancia de conocer los derechos de la comunidad LGTBI si, al hablar de derechos, los primeros que son dueños estos son los niños pequeños y los nonatos, siendo que son el futuro de la sociedad que queremos construir? Si queremos la paz, hay que empezar por la tolerancia, la capacidad de tener respeto por los pensamientos del otro. Me da mucha rabia porque los LGTBI exigen derechos como si se les hubieran vulnerado o quitado, lo cual no es cierto. Nuestras tendencias, cualesquiera que sean, no son argumentos objetivos para reclamar nuestros derechos y huir de los derechos como si fuéramos seres exceptuados a la regla. ¿Es esto lo que queremos enseñarle a nuestra infancia?

Por otro lado y para terminar, es una pena constatar que sólo el futbol sea el único motivo por el cual muchos colombianos puedan sentirse unidos, identificados, siendo que hay otros factores de mayor trascendencia e importancia a los cuales debemos prestar una atención más diligente y urgente, como lo es la cuestión de la que se habla en estas líneas.  

domingo, 15 de mayo de 2016

El racismo


Di no al racismo 


El racismo en sí, es denigrar a una persona o a una población ya sea por etnia, creencias u otras cuestiones en específico, es tenerles odio, y demás sentimientos negativos, el racismo no es algo actual, se puede apreciar en todas las épocas de la historia humana. Por el racismo varias naciones no se pueden o pudieron aliar, y no es por culpa de los gobiernos en sí, sino que también el pueblo tiene una gran parte de responsabilidad

La problemática del racismo se vive a diario en nuestro país, siendo Colombia el hogar de numerosos grupos de comunidades afro e indígenas, y uno de los lugares donde se practica a diario la intolerancia y la exclusión hacia las personas que integran dichas comunidades o grupos.
Hace más de un año fue noticia porque en un evento de turismo en la capital del país, una entidad llevó un hombre afro representado como esclavo, lo que generó fuertes reacciones y el disgusto de la población afrodescendiente de la región caribe, ya que La esclavitud no es un hecho bonito para recordar y traer a colación.

Ese no es el símbolo para representar a una ciudad. Ademas  el racismo está asociado al tema de la esclavización, y este mismo ha dejado secuelas en el subconsciente colectivo de la sociedad de América.

Hoy en día el racismo sigue siendo un motivo potente y muy útil para la ideología dominante y el hecho de que a menudo ni nos demos cuenta de mensajes que llevan implícito el contenido racista es una muestra de ello.

La persona que sufre esta discriminación siente un complejo de inferioridad, ya que la misma sociedad insiste en que se crea inferior y prácticamente le obliga a disculparse por su condición, sintiéndolo como algo vergonzoso, humillante e indigno de uno mismo, cosa que condiciona la personalidad y el comportamiento de quien lo sufre.

jueves, 12 de mayo de 2016

Torralba y Cortina. Utilidad y sentido de la ética

Utilidad y sentido de la ética 


Para iniciar, algunos filósofos como Adela Cortina nos hablan de la Utilidad y finalidad de la ética en un sentido general. ¿Para qué sirve la ética? La ética existe como aquella posibilidad de establecer unas normas para una adecuada y justa convivencia entre seres humanos iguales en su dignidad. Ahora bien, la ética arguye, especula y postula perspectivas sobre cómo deberíamos actuar frente al ambiente que nos rodea sin caer en extremos casuistas que, lejos de hacer prevalecer la dignidad humana, lo que buscan es satisfacer intereses particulares. Según esta filósofa, la ética es útil para brindar orientaciones en las actuaciones individuales porque no somos números ni mucho menos animales para que, en todos los casos, se apliquen determinadas normas específicas. Es cierto que las mismas prescripciones son aplicables en muchos casos, pero no es menos verdadero que no todas las circunstancias son iguales; no siempre se puede juzgar a primera vista las motivaciones de cada acto o comportamiento en los seres humanos porque no somos seres instintivos sino que tenemos algo que se llama Voluntad, la cual puede servir u oponerse a las reacciones impulsivas. La ética es útil, entonces, porque nos brinda caminos, opciones e indicaciones más o menos pertinentes tanto a nivel profesional como a nivel organizacional. Para muchos no es un secreto la existencia de un código deontológico para todas las profesiones, pero surge un interrogante necesario: ¿Qué es un código deontológico? De manera somera, es el conjunto de normas o condiciones que establece una sociedad para el recto ejercicio de una profesión. Es la postulado de parámetros que ayudan en la realización del bien común en una colectividad cualquier desde el punto de vista profesional. 
Por otra parte, la ética se define como el saber vivir porque, puesto que somos seres sociales por naturaleza, nuestras decisiones (es que siempre tendremos que decidir) repercuten siempre en nuestras relaciones con los demás. Esto sucede porque tenemos una condición humana que es común para todos nosotros. En fin, "tus derechos terminan donde empiezan los de los demás". 
Por su parte, filósofos como Francesc Torralba dan a la ética una dimensión profesional, específicamente organizacional. 

"Si la ética no es capaz de trascender a los distintos ámbitos, no sirve para nada".

Este filósofo se encarga de proponer una visión laboral de la importancia de la ética en nuestra sociedad. Busca, con esto, dirigir su mirada al desarrollo empresarial con presupuestos éticos y deontológicos capaces de trascender la letra o la mera teoría para convertirse en realidades influyentes en el mundo social y laboral de las organizaciones. 

¿Por qué se introduce la necesidad de implantar una ética en las organizaciones? 

Si la ética, ciencia del saber vivir, nos ayuda a nosotros como seres individuales también nos ayudará a nosotros desenvolvernos en la sociedad como colectividades una ética planteada a las organizaciones, pues de las decisiones tomadas en estas depende, en gran medida, la vida individual y los correspondientes cambios que, a nivel social, se presenten en un entorno determinado. Las determinaciones que se tomen en el interior de una empresa afectan, directa o indirectamente, a las familias que dependen de una empresa o grupo económico. 

Torralba propone la existencia de 4 cuatro enfoques éticos. Estos son:
-Actitud ingenua o naif
-Planteamiento apocalíptico
-Actitud cínica 
-Actitud ética 
¿De qué podría servir la ética en una organización? ¿Qué aporta? ¿Por qué contribuye, netamente, a la cohesión de los recursos humanos de esa organización? 
Es importante la ética, porque, sin ella, es imposible mantener a la organización mantener sus frutos, su calidad y su credibilidad en el entorno o en el sector. Si en una organización hay ética, significa, cuanto menos, que se respetan los derechos de las personas que ahí colaboran en el producto final. Significa que, por lo menos, hay una relación de equidad entre los distintos colaboradores. Quiere decir que a uno lo valoran por su talento y su capacidad, no por ser el cuñado o el sobrino de alguien. 
¿Cómo compatibilizar la ética con la dureza del mercado? 
¿Cómo compatibilizar la ética con la dureza del mercado? 
No hay que leer contradictoriamente COMPETITIVIDAD yCOOPERACIÓN.  Generalmente pensamos que la cooperación es para los que quieren competir, pero estos se tienen que guardar la ética en el bolsillo. El modelo de una organización, integrada solamente por individuos que buscan su propio beneficio lleva al fracaso de tal organización. Lo único que hace que esta sea competitiva es la cooperación de cada uno de sus individuos,  que haya transferencia de talentos, ideas, pensamientos, que haya capacidad de autocrítica, autoanálisis, diagnóstico, ser capaces de detectar cuál es el producto que necesita un entorno en un momento determinado y tener la flexibilidad para ofrecerlo. En este sentido, la ética no es un elemento que tenga, como consecuencia, una pérdida de potencia y de valor sobre el mercado. Todo lo contrario, Si cohesionas el el equipo generas relaciones de vida y de cooperación y finalmente, eres mucho más competitivo con el mercado porque hay más cooperación interna dentro de la organización. 
Hay un tema en todas las organizaciones que preocupa, especialmente en los momentos de crisis, a las organizaciones y es ¿cómo ser dignos de confianza en un contexto donde la crisis de desconfianza es un hecho?
Existe una lista de criterios para generar confianza en las organizaciones: 
-SER COMPETENTE, es decir, hacer bien lo que se tiene entre manos. 
-SER TRANSPARENTE, o sea poder presentar realmente lo que uno hace. 
-SER HONESTO PROFESIONALMENTE HABLANDO. Reconocer los límites como profesional para delegar oportunidades. Significa identificar cuál es servicio que uno, como organización, puede ofrecer. 
-SER PROPORCIONALES. Que haya mucha proporción entre una cosa y otra. 
-SER FLEXIBLES. Una organización es generadora de confianza cuando es capaz de adaptarse a las metamorfosis del entorno. El talento se caracteriza por adaptarse, anticipar los entornos distantes y, a veces, hostiles, y por buscar estrategias con antelación con entornos difíciles que vendrán. Esto es talento e inteligencia. El que es capaz  de ver lo que otros ignoran en un momento determinado y satisfacer las necesidades cuando no son urgentes, es inteligente y genera confianza, es capaz de flexibilidad y competencia. 
Sin la ética no se podría vivir en ningún ámbito de la existencia, en ninguna profesión; la ética es necesaria e importante porque, más que formar profesionales, forma seres humanos capaces de vivir correctamente las profesiones en la sociedad. Es importante ella busca armonizar la esfera profesional con las otras dimensiones vitales del ser humano. 
Existe una crisis de suspicacia y de desconfianza porque se evidencia una carencia de ética en las organizaciones. 
Se habla, incluso, de la internética, es decir, del uso ético de la internet.    


Ética y moral

¿Qué es la ética? ¿Qué es la moral? 

Hasta el momento he hablado de la importancia de la ética tanto a nivel individual como a nivel organizacional. Sin embargo, me parece que sería oportuno y, por demás, pertinente intentar dar una definición sobre la ética; entender qué es la ética es necesario si queremos comprender el sentido de la misma en los distintos ámbitos expuestos arriba.

Ante todo, debemos advertir que la palabra ética viene del griego ethos,  que significa carácter. Es la rama filosófica que aborda la bondad o la maldad de los comportamientos humanos. Dilucida sobre la moralidad de los actos humanos de manera individual y colectiva. El ser humano, por ser circunstancial, se encuentra muchos dilemas a diario, y la ética se propone como una herramienta solucionadora de tales problemas. Gracias a la ética, el ser humano deja de ser simplemente un ser vivo como los que coexisten con él en el planeta tierra. Tiene, como lo sostiene Cortina, la capacidad de reflexionar o conjeturar sobre cada una de las acciones que puede llevar a cabo en un contexto determinado, diferenciándose así de las plantas y animales, los cuales actúan por simple instinto. Ahora bien, la ética se encarga de cuestiones generales, de proporcionar ciertas pautas que son útiles y aplicables en aspectos comunes a las diversas circunstancias mientras que la moral funciona desde casos específicos y trata, además, de cuestiones prácticas más que teóricas. No obstante, debemos tener en cuenta que, aunque tengan funcionalidades específicas, ambas están unidas en cuanto que una se alimenta de la otra. Son distintas, pero inseparables.
La ética busca, como se dijo en otro momento,  una justificación de una concepción acerca de cómo debería ser el comportamiento humano. Ya sabemos que este ha ido cambiando, al igual que el pensamiento, a lo largo de la historia puesto que el hombre es un ser perfectible, inacabado, que hace su evolución a la par de su historia. Un ejemplo claro de ello es el hecho de que algunos grupos humanos desaprobaran la unión de sus miembros con integrantes de otras colectividades, teniéndolo así, como un acto inmoral.
El vocablo moral, por su parte, viene del latín mos, mores, que quiere decir costumbre o costumbres. Moral y ética tienen que ver ya con la adquisición de hábitos, que no corresponden necesariamente con disposiciones naturales que se adquieren mediante esfuerzo voluntario y personal. 
Puesto que la ética tiene, obligatoriamente, una dimensión social que le es propia se vincula a ciencias tales como la sociología, epistemología, la antropología, la psicología y también la economía política. Aquí también ocurre otro ciclo: el comportamiento moral personal influye de una manera concreta en la sociedad y esta influye en la manera de comportarse del individuo, aunque no totalmente.
Por ejemplo, nos encontramos en una época que muchos llaman del posconflicto y vemos que todo lo que ha pasado ha influido, de manera más o menos evidente, en muchos de los fenómenos  derivados de esta problemática. Me refiero específicamente al desplazamiento como efecto del posconflicto, gracias al cual creció, a finales del siglo pasado, el índice demográfico de algunas ciudades colombianas o también el problema del analfabetismo en algunas personas que estaban acostumbradas a un hábitat rural y se tuvieron que ir, por mencionadas razones, a un ambiente urbano. 

jueves, 14 de abril de 2016

Discapacidad y reconocimiento. Una reflexión desde el prisma de Axel Honneth

¿Discapacidad?

Quizá muchos de nosotros hemos visto o conocido historias que, por cierto, son muy conmovedoras por las dificultades que los protagonistas de cada historia ha tenido que pasar en busca de la superación personal y de los obstáculos a los que, en diversas circunstancias, se han visto abocados. Pues bien, esto es una prueba de la diferencia que solemos delimitar con respecto a aquellas personas que no han contado con una suerte favorable por alguna desgracia a la que se ven enfrentados como ser humanos. Solemos mirarlos como seres extraños, fuera de lo normal y, si no somos comprensivos, podemos incluso discriminarlos, burlarnos de ellos simplemente por una circunstancia ajena a su voluntad.  En esa línea, me gustaría recordar la historia de Tony Meléndez, aquel guitarrista nicaragüense carente de los dos brazos por una prescripción médica para calmar los malestares de su madre durante el embarazo. Este motivante personaje, como tantos otros, ha sabido sobrellevar con creces, sus discapacidades naturales y, paradójicamente, hacer de ellas su mayor fuerza. Ante esta y tantas historias de superación personal, surge la propuesta eugenésica que nos pone ante un crudo debate, ante una disyuntiva bastante filosa: ¿se puede manipular genéticamente a una persona para que nazca normal o para darle mejores características físicas? Si somos conscientes de la magnitud ética de esta opción, nos damos cuenta que, a pesar de las características físicas de una persona, todo ser humano tiene una dignidad intrínseca entonces nos negaríamos rotundamente a la manipulación genética de la que es objeto un ser humano en los albores de su existencia. Recurrir a tratamientos eugenésicos es antimoral y antiético desde cualquier punto de vista. Primeramente porque no somos ratas de laboratorios ni somos conejillos de indias ni objetos tratables sin ninguna consideración. La vida humana es lo primero y, cuando se hacen experimentos con animales, es para delimitar y para solucionar alguna necesidad urgente que se presente en cualquier momento precisamente porque el hombre es consciente de su lugar en la naturaleza, pues se ha dicho ya, en otras intervenciones, que este también es parte de ella. Ahora bien, volviendo al meollo del asunto, digamos que la discapacidad no resta nada a la dignidad  de las personas, ni se la aumenta, sólo que es una oportunidad para valorar más lo que somos y reafirmar nuestros. En un país como el nuestro, en el que se han presentado tantos casos de discapacitados por el conflicto armado, merece la pena que se haga un análisis de este fenómeno de la inhabilidad producida por campos minados, torturas, condiciones de vida infrahumanas y otras atrocidades. Para nadie es un secreto la cantidad enorme de víctimas sobrevivientes que deja una guerra fratricida como la que ha golpeado el país en estos últimos 55 años de historia colombiana que han perdido alguna parte de su cuerpo. A principios de siglo eran muy frecuentes los reportes noticiosos de personas que habían caído como víctimas en campos minados y que perdían alguna parte de su cuerpo. Esto le restó mucha credibilidad a la opción de prestar el servicio militar a muchos jóvenes de nuestro país, entre otras cosas. 

Algo que mencioné en el foro anterior, y que quiero traer aquí, es que cuando se habla de discapacidad también deseo enlazarlo a los derechos del no- nacido. Resultó escandaloso para muchos, sino para todos, el hecho de que se haya despenalizado el aborto. ¿Acaso el hecho de matar a un inocente en el seno de su madre es una causa segura de desarrollo para un país? Pues de ninguna manera lo es. Todo lo contrario. Cuando en una sociedad se atropellan los derechos de estos discapacitados (se les puede aplicar este nombre porque son seres inermes, carentes de decidir por sí mismos), que son los potenciales constructores de la sociedad en un futuro, esta atenta contra sí misma, destruye su futuro y sus probabilidades de subsistencia en un mundo que pretende "modernizarse" a costa de muertes de inocentes. Algunos países, entre esos Colombia, han optado por legalizar este tipo de muerte, queriendo así equipararse a las potencias mundiales atentando contra su propia identidad. En países como España la situación a este respecto es mucho más cruda y, mundialmente hablando, falta más consideración y valor al don de la vida. Sin embargo, no en todos los países se ve esto, y vemos que la vida está venciendo sobre la muerte. Esperemos que triunfe finalmente.    


viernes, 8 de abril de 2016

Éticas de la diversidad. Una alternativa a la ética de Peter Singer

La diversidad


Antropológicamente hablando, podemos aducir que una de las características que definen a los seres humanos es la diversidad, la diferencia necesaria, entre otras cosas, que debe haber en el planeta tierra. La otra característica se engarza, obligadamente, a este primer rasgo. Ese consiste en la existencia de una  unidad psíquica de todos los seres humanos que coexisten en el mundo a pesar de la mismas divergencias que necesariamente existen entre una cultura y otra.  Es imposible vivir una unidad, que no se debe confundir con uniformidad, si no respetan y se valoran estas particularidades propias de cada grupo humano, Asimismo, es descabellado considerar como seres no- humanos a los niños que no han nacido todavía y darle mayor importancia a los animales. Es una desfachatez absoluta concebir la realidad de ese modo. ¡Es un impensable! Nunca un ser humano es igual a otro. Incluso si son gemelos, uno puede percibir que hay detalles que hacen grandes diferencias cuyo propósito no es otro que enriquecer la expresión humana en todas sus variedades y, por qué no, en sus formas. Todos poseemos capacidades que nos diferencian, inevitablemente, de los demás sin caer en discriminaciones no recriminaciones triviales que sólo buscan sembrar malos sentimientos entre los hombres.

En este mismo sentido, la sociedad infravalora la diversidad de capacidades que pueden existir entre los diversos individuos en un grupo determinado. Recuerdo, a este propósito, un video titulado la educación prohibid. Aquí se denunciaba un fenómeno que afectaba mucho la calidad de la educación infantil y juvenil y, junto a esto, se veía que había gente ajena al contexto educativo interviniendo en estas cuestiones. Consistía, más que todo, en coaccionar al estudiante a asimilar contenidos de una manera sumisa, irreflexiva y acrítica (si podemos usar esta palabra) y que no le aportaban mucho al desarrollo de sus potencialidades como aprendiz de una escuela o como ser pensante que es. Si el estudiante no cumplía las exigencias planteadas por el docente, entonces era considerado como un incapaz y era también reprobable, .  Sin embargo, frente a este modelo impositivo de educación tradicional, se contraponía la posibilidad de que se descubriera en el estudiante sus capacidades individuales que le ayudasen a descubrir su lugar en el mundo, yuxtaponiendo también los incidentes que iban acompañados de aquel sistema errado para educar. Aquella contraposición servía para saber cómo se estaban educando a los niños y jóvenes en la escuela con miras a un proyecto profesional a futuro. Entonces aquí queda un camino trazado y, por algunos, recorrido. 

Tampoco quiero que se infiera que debemos ser clasificados como objetos. Eso sería inhumano. Sin embargo, no es conveniente buscar uniformidad cuando queremos mirar o considerar al ser humano como una unidad con necesarias e inevitables consecuencias. Lo que me gustaría es ver un equilibrio entre los dos extremos, que es cuando llegamos a un concepto simétrico entre nuestras capacidades y diferencias y nuestras diferencias como seres humanos pues muchas veces estas diferencias se escapan de nuestro alcance. Estas pueden ser la pobreza, el desplazamiento, la inmigración, entre otras.

Estoy de acuerdo con aquellas consignas que dicen que la sociedad debería dar el mismo valor a las vidas de todos los seres humanos y respetar los derechos de todas las personas porque, reitero, aunque seamos distintos tenemos la misma dignidad. En el ambiente circula esa beligerancia entre la dignidad del hombre y de la mujer. Disimuladamente se comparan las capacidades y aptitudes de uno y de otro. Esto ocasiona, a mi parecer, una rencilla innecesaria que, más que construirnos como personas, nos destruye, nos rivaliza y esto no debería ser así porque esta actitud podría llevar a problemas de otra índole y quizá más graves. No niego que ha habido un cierta evidencia histórica del dominio masculino sobre la mujer, pero es algo que se está superando o que, por lo menos, ya se tiene la conciencia de que este fenómeno es corregible. Tampoco se puede ser anacrónico porque esa no es ninguna solución.

Me gusta mucho aquel lema que dice: "Tus derechos terminan donde empiezan los del otro". Creo que no hay muchas frases que, como esta, digan mucho sobre el igual valor de la dignidad de las demás personas salvaguardando la diferencia entre ambas. Es muy clara y muy entendible  si se quieren reconocer los derechos de los demás y los de uno mismo como también los derechos existentes como la colectividad que formamos.

Sin embargo, la palabra "diversidad" es una palabra que es muy tergiversable. Digo esto porque hay algunos grupos que reclaman sus "derechos" o, lo que podríamos llamar pretensiones. ¿Cómo es posible que, organismos políticos como el estado, den licencia para que una sociedad se degenere de tal forma? ¿Se habla de autoridad del Estado o de ese afán por ponerse a la moda al igual que otras naciones desarrolladas? Yo sostengo que es la segunda parte porque un país como el nuestro, carente de identidad legislativa, tiende a seguir costumbres o secundando cosas  que otras naciones hacen sólo por un deseo de equipararse. Esto no tiene sentido. Si se desea una ética de la diversidad, los primeros derechos que se deben tener en cuenta son los de los niños. Estos tienen derecho a una familia, que es la unión de un hombre y una mujer, y no otra clase de unión caprichosa que, de ninguna manera, puede llamarse familia.

"La familia es la célula fundamental de la sociedad", decía san Juan Pablo II. Esta afirmación, a mi parecer, es muy acertada pues los hombres y las mujeres de todos los tiempos son los constituyentes de este gran organismo humano como lo es la sociedad humana. El hecho que los gobiernos aprueben leyes antisociales como esta ataca directamente los cimientos de una sociedad correctamente establecida y organizada. Es una insolencia abrupta que algunos afirmen como igualitarias las uniones homogéneas con respecto a las uniones maritales que caracterizan la ley natural.  Al darse a conocer esta aprobación de la unión homosexual como estado civil por parte de la Corte constitucional (que no vamos hablar de matrimonio, porque no se puede ni se debe)  el estado ataca la dignidad y los derechos de la familia como componente básico de la humanidad, en primera instancia porque el estado denota que quiere arrogarse una dignidad que no le corresponde ni le compete. Es cierto que las circunstancias sociales y económicas de un país como el nuestro no han dado tanta cabida al desarrollo de las familias, pero esto no significa que el Estado tenga derecho de atentar contra ella como si estuviese sobre ella, siendo que debería estar a su servicio. Personalmente conozco casos de una niña, que ya son mujeres, cuya suerte fue ser criada por una pareja del mismo sexo. Esta mujer contaba que esta experiencia la traumatizó por la ausencia de una figura paterna que le ayudara a vivir apropiadamente su sexualidad femenina. Esta situación también podría presentarse cuando falta la presencia de uno de los cónyuges en el matrimonio: difícilmente se puede sustituir. Es como si le quitases la pata a una mesa: necesariamente se caerá por la falta de un pilar fundamental. Otra cosa que ha escandalizado gravemente al país en los últimos días es la legalización del aborto. Aquí deseo remitirme a la frase que encabeza este párrafo. En muchas sociedades extranjeras veo con mucha preocupación, hablo por mí, que la natalidad se reduce porque las parejas quieren tener hijos a los 50 años de existencia, con el riesgo de que alguna malformación se presente y tengan así un pretexto para abortar. De esta manera, se niega también la posibilidad una construcción mejor lograda de una sociedad. Es un atento contra ella y al aprobar el aborto y la "muerte digna" la sociedad, y también las personas naturales, deben percatarse que ellas no tienen el derecho a decidir quién vive o quién muere. Nunca. De ninguna manera. Esto es un atentado contra el bien común en cuanto a que no proporciona los medios ni propicia las condiciones pertinentes y necesarias que los individuos y los grupos requieren para llevar a cabo su perfección en miras a su vocación y al servicio de la misma sociedad.

Es una infamia absoluta que algunos éticos quieran dar más importancia y dignidad a los animales que a los embriones humanos, siendo que estos últimos tienen, porque también son personas, una dignidad más alta que los animales. Es una desfachatez que se quiera dar más realce a la dignidad de una bestia que a la de una persona. Es injusto. Algunas figuras importantes han denunciado, incluso,  un fenómeno llamado "cultura del descarte". Se desechan o se tratan como desechables a los niños, a los ancianos y a los enfermos como "descartables" a los ojos del mundo. Es cierto que desde siempre este tipo de personas han sido rechazadas, pero el fenómeno es más visible e incisivo en nuestros días, épocas críticas desde muchos aspectos globales, nacionales, individuales y colectivos. Se está evidenciando una decadencia en los valores sociales y en muchas de las estructuras que, por cuya índole gubernamental, se esperaba que diesen la cara para solucionar estas fisuras que se agrandan más por el paso del tiempo.

Finalmente, he de decir que, para que se entienda correctamente el concepto de diversidad, hay que decir que eso no significa imponer leyes o costumbres que afecten negativamente a la sociedad y que contribuyan a su decadencia. La diversidad no implica, necesariamente, que se deba reclamar igualdad en donde no puede haberla ni muchos menos cuando pretenda atentar contra las bases mismas de la sociedad humana.