sábado, 8 de octubre de 2016

El culto "al uso común de las palabras"

Bertrand Russell. El culto "al uso común de las palabras". 


Nada hay tan dañino como la ignorancia. En mi entorno social, cotidiano, me he encontrado con el uso de palabras que no existen o también del habitual reduccionismo al que están acostumbrados los hablantes por las palabras que usan en sus conversaciones normales. Este fenómeno es tal que, cuando intentas utilizar una palabra distinta al normal, no eres entendido por tu interlocutor. Un ejemplo de ello es cuando usas "torpe", siendo que se describe a este tipo de personas como "traste". Esto solamente para dar un ejemplo. Si llegas a utilizar el primer término ya suena como un insulto, y toman a la mala. Este fenómeno se da, ante todo, por la ignorancia en un mejor uso del idioma español, pues hasta se inventan palabras inexistentes que carecen de una seria estructura lingüística. Los mismos usuarios de este tipo de "lenguaje" no se percatan de que, muchas veces, lo que expresan se aleja de lo que, en realidad, quieren decir. Esto se ve, más que todo, en ambientes donde se denota una carencia de estudios y educación, que engendra tantas personas analfabetas.       

También es, en gran medida y desde mi punto de vista, preocupante el uso de extranjerismos de un idioma a otro. Esto denota una ignorancia con respecto al vocabulario y al aspecto semántico de las palabras que habitualmente utilizamos. Aquí también tienen que ver cuestiones culturales, y pasa de un idioma a otro. Ciertamente que hay algunas voces de un idioma determinado que carecen de un equivalente en otra, pero se evidencia una falta de conocimiento por los hablantes.  Lo peor de esto es el carácter melindroso de tales expresiones que dan a entender que la persona tiene una elegancia artificial o fingida o también se usan frases cuyo significado es ignorado, lo cual causa inseguridad en los interlocutores.

Lo que propongo como una solución para esta problemática, tan habitual en  nuestro entorno, es un estudio un poco más atento de la respectiva lengua para una mejoría en la expresión oral en nuestro ambiente cotidiano. Podríamos decir a este respecto: dime cómo hablas y te diré cuán educado eres.