domingo, 15 de mayo de 2016

El racismo


Di no al racismo 


El racismo en sí, es denigrar a una persona o a una población ya sea por etnia, creencias u otras cuestiones en específico, es tenerles odio, y demás sentimientos negativos, el racismo no es algo actual, se puede apreciar en todas las épocas de la historia humana. Por el racismo varias naciones no se pueden o pudieron aliar, y no es por culpa de los gobiernos en sí, sino que también el pueblo tiene una gran parte de responsabilidad

La problemática del racismo se vive a diario en nuestro país, siendo Colombia el hogar de numerosos grupos de comunidades afro e indígenas, y uno de los lugares donde se practica a diario la intolerancia y la exclusión hacia las personas que integran dichas comunidades o grupos.
Hace más de un año fue noticia porque en un evento de turismo en la capital del país, una entidad llevó un hombre afro representado como esclavo, lo que generó fuertes reacciones y el disgusto de la población afrodescendiente de la región caribe, ya que La esclavitud no es un hecho bonito para recordar y traer a colación.

Ese no es el símbolo para representar a una ciudad. Ademas  el racismo está asociado al tema de la esclavización, y este mismo ha dejado secuelas en el subconsciente colectivo de la sociedad de América.

Hoy en día el racismo sigue siendo un motivo potente y muy útil para la ideología dominante y el hecho de que a menudo ni nos demos cuenta de mensajes que llevan implícito el contenido racista es una muestra de ello.

La persona que sufre esta discriminación siente un complejo de inferioridad, ya que la misma sociedad insiste en que se crea inferior y prácticamente le obliga a disculparse por su condición, sintiéndolo como algo vergonzoso, humillante e indigno de uno mismo, cosa que condiciona la personalidad y el comportamiento de quien lo sufre.

jueves, 12 de mayo de 2016

Torralba y Cortina. Utilidad y sentido de la ética

Utilidad y sentido de la ética 


Para iniciar, algunos filósofos como Adela Cortina nos hablan de la Utilidad y finalidad de la ética en un sentido general. ¿Para qué sirve la ética? La ética existe como aquella posibilidad de establecer unas normas para una adecuada y justa convivencia entre seres humanos iguales en su dignidad. Ahora bien, la ética arguye, especula y postula perspectivas sobre cómo deberíamos actuar frente al ambiente que nos rodea sin caer en extremos casuistas que, lejos de hacer prevalecer la dignidad humana, lo que buscan es satisfacer intereses particulares. Según esta filósofa, la ética es útil para brindar orientaciones en las actuaciones individuales porque no somos números ni mucho menos animales para que, en todos los casos, se apliquen determinadas normas específicas. Es cierto que las mismas prescripciones son aplicables en muchos casos, pero no es menos verdadero que no todas las circunstancias son iguales; no siempre se puede juzgar a primera vista las motivaciones de cada acto o comportamiento en los seres humanos porque no somos seres instintivos sino que tenemos algo que se llama Voluntad, la cual puede servir u oponerse a las reacciones impulsivas. La ética es útil, entonces, porque nos brinda caminos, opciones e indicaciones más o menos pertinentes tanto a nivel profesional como a nivel organizacional. Para muchos no es un secreto la existencia de un código deontológico para todas las profesiones, pero surge un interrogante necesario: ¿Qué es un código deontológico? De manera somera, es el conjunto de normas o condiciones que establece una sociedad para el recto ejercicio de una profesión. Es la postulado de parámetros que ayudan en la realización del bien común en una colectividad cualquier desde el punto de vista profesional. 
Por otra parte, la ética se define como el saber vivir porque, puesto que somos seres sociales por naturaleza, nuestras decisiones (es que siempre tendremos que decidir) repercuten siempre en nuestras relaciones con los demás. Esto sucede porque tenemos una condición humana que es común para todos nosotros. En fin, "tus derechos terminan donde empiezan los de los demás". 
Por su parte, filósofos como Francesc Torralba dan a la ética una dimensión profesional, específicamente organizacional. 

"Si la ética no es capaz de trascender a los distintos ámbitos, no sirve para nada".

Este filósofo se encarga de proponer una visión laboral de la importancia de la ética en nuestra sociedad. Busca, con esto, dirigir su mirada al desarrollo empresarial con presupuestos éticos y deontológicos capaces de trascender la letra o la mera teoría para convertirse en realidades influyentes en el mundo social y laboral de las organizaciones. 

¿Por qué se introduce la necesidad de implantar una ética en las organizaciones? 

Si la ética, ciencia del saber vivir, nos ayuda a nosotros como seres individuales también nos ayudará a nosotros desenvolvernos en la sociedad como colectividades una ética planteada a las organizaciones, pues de las decisiones tomadas en estas depende, en gran medida, la vida individual y los correspondientes cambios que, a nivel social, se presenten en un entorno determinado. Las determinaciones que se tomen en el interior de una empresa afectan, directa o indirectamente, a las familias que dependen de una empresa o grupo económico. 

Torralba propone la existencia de 4 cuatro enfoques éticos. Estos son:
-Actitud ingenua o naif
-Planteamiento apocalíptico
-Actitud cínica 
-Actitud ética 
¿De qué podría servir la ética en una organización? ¿Qué aporta? ¿Por qué contribuye, netamente, a la cohesión de los recursos humanos de esa organización? 
Es importante la ética, porque, sin ella, es imposible mantener a la organización mantener sus frutos, su calidad y su credibilidad en el entorno o en el sector. Si en una organización hay ética, significa, cuanto menos, que se respetan los derechos de las personas que ahí colaboran en el producto final. Significa que, por lo menos, hay una relación de equidad entre los distintos colaboradores. Quiere decir que a uno lo valoran por su talento y su capacidad, no por ser el cuñado o el sobrino de alguien. 
¿Cómo compatibilizar la ética con la dureza del mercado? 
¿Cómo compatibilizar la ética con la dureza del mercado? 
No hay que leer contradictoriamente COMPETITIVIDAD yCOOPERACIÓN.  Generalmente pensamos que la cooperación es para los que quieren competir, pero estos se tienen que guardar la ética en el bolsillo. El modelo de una organización, integrada solamente por individuos que buscan su propio beneficio lleva al fracaso de tal organización. Lo único que hace que esta sea competitiva es la cooperación de cada uno de sus individuos,  que haya transferencia de talentos, ideas, pensamientos, que haya capacidad de autocrítica, autoanálisis, diagnóstico, ser capaces de detectar cuál es el producto que necesita un entorno en un momento determinado y tener la flexibilidad para ofrecerlo. En este sentido, la ética no es un elemento que tenga, como consecuencia, una pérdida de potencia y de valor sobre el mercado. Todo lo contrario, Si cohesionas el el equipo generas relaciones de vida y de cooperación y finalmente, eres mucho más competitivo con el mercado porque hay más cooperación interna dentro de la organización. 
Hay un tema en todas las organizaciones que preocupa, especialmente en los momentos de crisis, a las organizaciones y es ¿cómo ser dignos de confianza en un contexto donde la crisis de desconfianza es un hecho?
Existe una lista de criterios para generar confianza en las organizaciones: 
-SER COMPETENTE, es decir, hacer bien lo que se tiene entre manos. 
-SER TRANSPARENTE, o sea poder presentar realmente lo que uno hace. 
-SER HONESTO PROFESIONALMENTE HABLANDO. Reconocer los límites como profesional para delegar oportunidades. Significa identificar cuál es servicio que uno, como organización, puede ofrecer. 
-SER PROPORCIONALES. Que haya mucha proporción entre una cosa y otra. 
-SER FLEXIBLES. Una organización es generadora de confianza cuando es capaz de adaptarse a las metamorfosis del entorno. El talento se caracteriza por adaptarse, anticipar los entornos distantes y, a veces, hostiles, y por buscar estrategias con antelación con entornos difíciles que vendrán. Esto es talento e inteligencia. El que es capaz  de ver lo que otros ignoran en un momento determinado y satisfacer las necesidades cuando no son urgentes, es inteligente y genera confianza, es capaz de flexibilidad y competencia. 
Sin la ética no se podría vivir en ningún ámbito de la existencia, en ninguna profesión; la ética es necesaria e importante porque, más que formar profesionales, forma seres humanos capaces de vivir correctamente las profesiones en la sociedad. Es importante ella busca armonizar la esfera profesional con las otras dimensiones vitales del ser humano. 
Existe una crisis de suspicacia y de desconfianza porque se evidencia una carencia de ética en las organizaciones. 
Se habla, incluso, de la internética, es decir, del uso ético de la internet.    


Ética y moral

¿Qué es la ética? ¿Qué es la moral? 

Hasta el momento he hablado de la importancia de la ética tanto a nivel individual como a nivel organizacional. Sin embargo, me parece que sería oportuno y, por demás, pertinente intentar dar una definición sobre la ética; entender qué es la ética es necesario si queremos comprender el sentido de la misma en los distintos ámbitos expuestos arriba.

Ante todo, debemos advertir que la palabra ética viene del griego ethos,  que significa carácter. Es la rama filosófica que aborda la bondad o la maldad de los comportamientos humanos. Dilucida sobre la moralidad de los actos humanos de manera individual y colectiva. El ser humano, por ser circunstancial, se encuentra muchos dilemas a diario, y la ética se propone como una herramienta solucionadora de tales problemas. Gracias a la ética, el ser humano deja de ser simplemente un ser vivo como los que coexisten con él en el planeta tierra. Tiene, como lo sostiene Cortina, la capacidad de reflexionar o conjeturar sobre cada una de las acciones que puede llevar a cabo en un contexto determinado, diferenciándose así de las plantas y animales, los cuales actúan por simple instinto. Ahora bien, la ética se encarga de cuestiones generales, de proporcionar ciertas pautas que son útiles y aplicables en aspectos comunes a las diversas circunstancias mientras que la moral funciona desde casos específicos y trata, además, de cuestiones prácticas más que teóricas. No obstante, debemos tener en cuenta que, aunque tengan funcionalidades específicas, ambas están unidas en cuanto que una se alimenta de la otra. Son distintas, pero inseparables.
La ética busca, como se dijo en otro momento,  una justificación de una concepción acerca de cómo debería ser el comportamiento humano. Ya sabemos que este ha ido cambiando, al igual que el pensamiento, a lo largo de la historia puesto que el hombre es un ser perfectible, inacabado, que hace su evolución a la par de su historia. Un ejemplo claro de ello es el hecho de que algunos grupos humanos desaprobaran la unión de sus miembros con integrantes de otras colectividades, teniéndolo así, como un acto inmoral.
El vocablo moral, por su parte, viene del latín mos, mores, que quiere decir costumbre o costumbres. Moral y ética tienen que ver ya con la adquisición de hábitos, que no corresponden necesariamente con disposiciones naturales que se adquieren mediante esfuerzo voluntario y personal. 
Puesto que la ética tiene, obligatoriamente, una dimensión social que le es propia se vincula a ciencias tales como la sociología, epistemología, la antropología, la psicología y también la economía política. Aquí también ocurre otro ciclo: el comportamiento moral personal influye de una manera concreta en la sociedad y esta influye en la manera de comportarse del individuo, aunque no totalmente.
Por ejemplo, nos encontramos en una época que muchos llaman del posconflicto y vemos que todo lo que ha pasado ha influido, de manera más o menos evidente, en muchos de los fenómenos  derivados de esta problemática. Me refiero específicamente al desplazamiento como efecto del posconflicto, gracias al cual creció, a finales del siglo pasado, el índice demográfico de algunas ciudades colombianas o también el problema del analfabetismo en algunas personas que estaban acostumbradas a un hábitat rural y se tuvieron que ir, por mencionadas razones, a un ambiente urbano.