miércoles, 17 de noviembre de 2021

EL TESORO DE RENNES-LE-CHÂTEAU: Un cura de campo se transforma en millonario

EL TESORO DE RENNES-LE-CHÂTEAU

Un cura de campo se transforma en millonario

Un joven sacerdote, el cura Saunière es enviado en 1885 a Rennes-le-Château, aldea cercana a Tolosa. Sus ingresos son modestos, pero, algunos años más tarde, ante la curiosidad general, parece repentinamente disponer de una gran fortuna. Al tiempo de su nominación, Berenguer Saunière tiene treinta y tres años, hombre joven de físico agradable, tiene un carácter voluntarioso. Según los rumores, al querer restaurar su iglesia hizo un descubrimiento muy interesante.

UN COMPORTAMIENTO EXTRAÑO

En ese tiempo, el padre Saunière tiene escasos ingresos; la paga ha sido suspenda por haberse inmiscuido en política por lo que sólo cuenta para vivir con las donaciones de sus parroquianos y el producto de la caza y la pesca. Tiene, sin embargo, a ambiciones para su parroquia y quiere refaccionar su iglesia. En 1886, obtiene un adelanto e inicia los trabajos. Al remover una losa del piso del altar descubre entonces, según dicen, una cavidad repleta de joyas visigodas y carolingias, junto a unos pergaminos amarillentos del siglo XIII, con indicaciones sobre unas inscripciones del cementerio colindante, El joven cura se dirige a París, donde hace descifrar los pergaminos. Se reúne en especial con el padre Biel, director espiritual de San Sulpicio. Pero poco se sabe de su estada en París; parece haber encontrado en los pergaminos referencias al rey merovingio Dagoberto y a Sión (Jerusalén).

UNA FORTUNA REPENTINA

¿Encontraría el joven cura un tesoro, como muchos afirman? No dijo nunca nada, salvo quizás a su sirvienta María Denamaud, pero todo lleva a pensar que descubrió una abundante fuente de ingresos. De un día para otro, se pone a gastar sin medida, emprende la construcción de una residencia de estilo renacentista y de un invernadero, compra terrenos y restaura completamente la iglesia a sus costas. Pero su tren de vida llama la atención del pueblo y debe justificarse ante el obispo. No le confidencia nada y asegura que el dinero proviene de donaciones de personas acaudaladas que le encargan misas, pero cuya identidad no quiere revelar. El obispo no se engaña y lo suspende de su ministerio eclesiástico bajo la acusación de tráfico de misas. En 1917, el padre Saunière muere, llevándose su secreto a la tumba. Su fiel María hereda la propiedad, pero como era demasiado costosa su mantención, la vende a un tal Noël Corbu. Murió finalmente en 1953, Corbu excave en vano por toda la propiedad en busca del tesoro.

¿EL TESORO DE JERUSALÉN?

Una de ellas se refiere al tesoro perdido de Jerusalén, que el cura habría encontrado. En el año 70, los romanos, conducidos por el futuro emperador Tito, toman Jerusalén, después del fracaso de la sublevación de los hebreos, y saquean el templo construido por Salomón. Las riquezas obtenidas son expuestas en Roma y robadas después por el rey visigodo Alarico en el saqueo de la ciudad en 410. Este tesoro habría contenido, entre otros, el Arca de la Alianza, la Mesa de Oro del Pan Sagrado, trompetas de plata y el menorah, el famoso candelabro de siete brazos de 34 kg de oro puro. Pero al término del siglo ya los visigodos han conquistado gran parte de Europa occidental y construido numerosas fortalezas, algunas en el área de Rennes-leChâteau. El padre Saunière no podía ignorar que su iglesia había sido levantada en 1519 sobre los cimientos de un antiguo edificio visigodo, lo que se confirma con el descubrimiento de los bajos relieves bajo el altar. Para reforzar aún más esa teoría, un antiguo dicho del pueblo expresa "Entre el cerro Alaric y el monte Alaricou está el tesoro de los tres reyes".




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