jueves, 18 de noviembre de 2021

EL MONSTRUO DE LOCH NESS: Un extraño animal en un lago de Escocia...

 EL MONSTRUO DE LOCH NESS:

Un extraño animal en un lago de Escocia...

Situado en el norte de Escocia, cerca de Inverness, el loch Ness es un lago apacible, de 39 km de longitud y con una profundidad de más de 200 metros. No habría llamado la atención del mundo si no se creyera que sus aguas esconden a un extraño animal acuático. Las apariciones de Nessie, sobrenombre dado al monstruo en el siglo veinte han sido consignadas desde los tiempos más remotos, Pero es la publicación de un artículo sobre este animal en un periódico local, el Inverness Courier, el 2 de mayo de 1933 lo que despierta el interés del gran público acerca del monstruo.

CUELLO LARGO Y CABEZA DE REPTIL

Este artículo, escrito por Alex Campbell, relata la aparición del monstruo, el 14 de abril de ese año., frente a una pareja, el Sr. y la señorita MacKay. Mientras éstos recorrían la nueva carretera que bordea el lago y desde la cual se tiene una excelente vista, observaron con sorpresa la aparición de un gran remolino sobre la superficie de las aguas. Enseguida, surgió un animal y pudieron observarlo durante un largo minuto hasta que se volvió a sumergir. Alex Campbell señala que “su cuerpo recordaba el de una ballena y el agua chorreaba y se arremolinaba en torno a él como un caldero en ebullición".

El 8 de mayo siguiente, en un diario rival, el Northern Chronicle, se emplea por primera vez la expresión “monstruo de loch Ness”, que lo inmortaliza y lo hace objeto de la curiosidad pública. Se publican caricaturas de él en todos los periódicos, mientras los turistas acuden por centenares a las orillas del lago para tratar de verlo o de capturarlo, al punto que el comisario de Inverness se ve obligado a publicar un decreto a fin de proteger al monstruo. Los testimonios de las personas que han visto a Nessie se multiplican (y muchos miles han sido registrados desde entonces), permitiendo establecer una especie de retrato hablado del animal. Tiene la cabeza de un reptil, con grandes ojos brillantes, un cuello largo que sobresale del agua, dos o tres jorobas y al mover la cola genera grandes remolinos. Muchos testigos señalan también que se desplaza a gran velocidad y otros dicen que a veces lanza gritos agudos. Es un animal de naturaleza más bien huraña y parece inofensivo. Aparentemente sale de vez en cuando del lago, puesto que un estudiante de medicina, Arturo Grant, se cruza con él en el camino que bordea el lago una tarde en que regresaba a su casa en motocicleta. Lo describe como una especie híbrida de un pleistosaurio, un reptil prehistórico y una foca.

UN MONSTRUO FOTOGÉNICO

En 1933, un hombre llamado Hugo Gray toma la primera fotografía del monstruo, desde una distancia de unos 800 metros. Los técnicos de la empresa Kodak, al analizar la película, afirman que es auténtica. Después que la fotografía saliera publicada, un artículo escrito para el muy serio diario The Times por el capitán de corbeta Ruperto Gould hace una recapitulación de todas las pruebas de la existencia del monstruo.

Se logran otras fotografías del animal y una de las más notables data de 1934. Tomada por un médico londinense, el coronel Roberto Wilson, muestra lo que parece ser la cabeza y el cuello del animal que emergen del agua. Luego, en 1951, un leñador empleado por la Comisión forestal. Lachlan Stuart fotografía por primera vez las jorobas de Nessie, visibles en la superficie. El monstruo es también filmado en 1933 y luego en 1936 por un tal Malcolm Irvine. Pero el documento más famoso es el que realizó en 1960 el ingeniero aeronáutico Tiro Dinsdale, quien abandonó su profesión para consagrarse por entero a la búsqueda del animal. Sobre la película se puede distinguir una joroba, de un color pardo rojizo, que atraviesa el lago, luego gira y avanza paralelamente a la orilla opuesta.  Los expertos que examinaron la película fueron incapaces de encontrar algún trucaje, aunque tampoco pueden explicar la forma que se distingue. En general los científicos que han estudiado el caso son prudentes y dudan, por temor al ridículo, de llevar mis lejos sus investigaciones. El adversario más encarnizado del monstruo es el profesor Mauricio Burton, que trabaja en el departamento de historia natural del Museo Británico. Sin embargo, este hombre afirmó durante mucho tiempo que el monstruo existía, antes de cambiar de opinión.

Por el contrario, el zoólogo holandés Oudemans ha escrito dos tesis sobre el monstruo en las que concluye que éste existe.

Finalmente, a principios de los años sesenta, se creó una oficina especial para Investigar los fenómenos de loch Ness, averiguar más sobre este animal misterioso y examinar los distintos testimonios existentes.

CON LA AYUDA DEL SONAR

Esta oficina, al igual que diversas personalidades interesadas en las investigaciones sobre Nessie, no ha dudado en utilizar las técnicas más modernas pero la particular topografía del lago dificulta la búsqueda. La gran cantidad de limo depositado en el fondo del lago ha restado eficacia a las máquinas fotográficas submarinas y los buzos que se han sumergido no han podido distinguir nada. Además, la falta de fondos ha impedido la contratación de submarinos perfeccionados.

Sin embargo, en 1972 y luego en 1975, algunas imágenes registradas por un aparato submarino desarrollado por el profesor Edgerton, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), han sido analizadas por un instituto especializado de la NASA y una de ellas ha mostrado el cuello y la parte superior del cuerpo de un gran animal de alrededor de seis metros. Por lo demás, ya en 1962, un micrófono submarino habla grabado los ruidos de un animal que se arrastraba por el fondo del lago y varias tentativas realizadas con ayuda de un sonar (sistema de detección acústica submarina), entre ellas la realizada por el abogado norteamericano R. B. Rines, han permitido grabar el eco de grandes objetos que se desplazaban bajo el agua. Los especialistas del sonar no tienen duda alguna que estas grabaciones prueban la existencia de animales acuáticos de gran tamaño en el loch Ness.

Una teoría, según la cual habría varios animales se apoya sobre el hecho que las apariciones de Nessie son muy antiguas (San Colombano, monje irlandés, lo habría visto ya en 565). Por lo tanto, puede haber varias generaciones de monstruos. Pero la naturaleza exacta de estos animales sigue siendo un completo misterio.

¿PRIMOS DE AMÉRICA?

Sea lo que fuere, Nessie no es, en ningún caso, el único monstruo lacustre que se presume existe en el mundo. Tiene “primos", primero en Gran Bretaña y también en otros países. Existen además en Escocia los "caballos acuáticos” o "kelpies”, mencionados en numerosas ocasiones desde hace varios siglos. En Irlanda, animales lacustres idénticos reciben el nombre de "Pooka” o de "Piast”. Horribles animales acuáticos han aparecido también en algunos lagos de Australia (como el "Bunyip”) en Japón, ("Issie") y en Escandinavia ("Soe-orm” y el "Skrimsl"). En África y en el Extremo Oriente, algunos testimonios dan fe de la existencia de animales similares, productos de la imaginación humana, cuyas estructuras son a menudo repetitivas, o resultado de observaciones que concuerdan, con algunas pequeñas variaciones, todos se parecen decididamente al monstruo de loch Ness.

Pero el más conocido de estos monstruos, después del de loch Ness, es el famoso Ogopogo, así llamado por los indios naïtaka que viven en el lago Okanagan, de 128 km de largo, en la Columbia Británica, en Canadá. Tal como Nessie, habría sido visto centenares de veces (por vez primera en 1850) y fue fotografiado e incluso filmado en 1968 por un hombre llamado Art Folden. Las tomas de esta película muestran a un animal que mide cerca de 18 metros de largo, con un cuello que mide 90 cm de circunferencia en la base de la cabeza. Numerosos testimonios se refieren a su pequeñísima cola, sus aletas y sus tres jorobas. Pero Ogopogo es igualmente inasible, tal como el monstruo de loch Ness. En efecto, en 1977, sesenta buzos, premunidos de tanques de oxígeno y llevando máquinas fotográficas y potentes reflectores, penetraron por turno en el lago en una jaula de nueve metros, sin lograr avistarlo, Allí también se creó una oficina de investigaciones del lago Okanagan a fin de reunir pruebas.

Canadá posee, por lo demás, un bestiario bastante importante, ya que, sin mencionar a “Caddy”, la serpiente de mar vista frente a la costa de la Columbia Británica, ni a la bestia negra del lago Ponenegamook, situado al este de Québec, otros dos animales, llamados Manipogo, bastante similares a Ogopogo, se aparecen en los lagos Winnipeg y Manitoba. Según A. R. Adams, quien habría visto a uno de ellos en 1960, serían animales similares a una "enorme serpiente”, con una cabeza en forma de rombo de unos 20 cm de ancho.

Estados Unidos tiene también sus animales lacustres misteriosos. Según testimonios registrados, las regiones en que lun aparecido se pueden dividir en tres grupos: los lagos de Wisconsin, las llanuras de Nebraska y los estados montañosos del noroeste. Todos los monstruos son descritos como enormes serpientes o saurios, cuyos cuerpos ondulantes se desplazan velozmente, Los testimonios recuerdan a los del monstruo de loch Ness y uno de ellos, observado en numerosas ocasiones entre 1930 y 1940 en el lago Payette, en Idaho, ha recibido también un sobrenombre: "Slimy Slim" (el "Flaco Pegajoso”). Sin embargo, estos monstruos no han sido nunca ni fotografiados ni filmados y solo se dispone de las declaraciones de los testigos, lo que hace su existencia claramente menos probable.

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