jueves, 7 de abril de 2016

Étienne Vermeersch: el comportamiento hacia los animales. Una aproximación ética

El comportamiento hacia los animales. Una aproximación ética


Yo pienso que es inconcebible que nosotros, seres humanos, comparemos nuestro sufrimiento con el de los animales porque tanto los unos como los otros tenemos una dignidad diferente; no igual que se presente diferente sino en cuanto que nos diferenciamos por muchísimas cosas, en cuanto a nuestro ser de criatura.  Es cierto que los animales, como criaturas de Dios, merecen respeto, pero el hombre lo merece aún más porque el hombre está llamado a trascender. Por esto, él posee un alma espiritual e inmortal que le hace capaz, a diferencia de las otras criaturas, de conocer y de amar a su Creador y de dar una respuesta que ningún otro ser vivo puede dar en su lugar (CCE 356-357). Ahora bien, éste debe ser consciente de que no tiene un dominio absoluto del mundo que lo rodea, de que no puede actuar contra aquel como si fuera un ente aparte cuyos daños no lo afectarían en lo mínimo pues todo lo que le ocurra a su entorno lo afecta de una manera especial a él. Por lo tanto, el hombre debe reconocer la dignidad y el respeto que se merecen las cosas circunvecinas como los animales y las plantas.

¿Cuál es el lugar de los animales en el mundo de hoy? 

Personalmente, este tema me parece un poco complicado de tratar porque, en mi ambiente he podido ver muchos comportamientos ilógicos al respecto. Por una parte, he visto que los animales son tratados con una excesiva consideración. Está bien, porque es debido, que sean cuidados y alimentados porque ellos poseen ciertos derechos y no se debe disponer de ellos como si no tuvieran relación alguna con los ecosistemas en que viven; pero de ahí que quieran vestirlos, ponerles hasta abrigos o festejarles un cumpleaños ya es algo que raya con lo descabellado, con lo absurdo. Un profesor alguna vez nos contó a un grupo de estudiantes que era totalmente absurdo querer abrigar a un perro y ver que un hombre pobre y mendigo moría de frío. También he visto, especialmente en facebook, frases como  "De la manera que trates a un animal, así también tratarás a un ser humano". Yo estoy en contra de tal afirmación pues a veces nos toca tomar medidas drásticas para proteger las vidas de seres humanos, lo cual es preferible, que dejar que aquellos sigan causando un daño que sea evitable. Este es el caso de aquellos animales que tengan mal de rabia o que sean mordedores voraces que ataquen a cualquier persona que se les atraviese por enfrente, como los animales de raza pitbull u otros más peligrosos.Por supuesto, no estoy en contra de que se reconozca una dignidad a los animales, pero tampoco estoy de acuerdo con el extremo de tratarlos como si fueran seres humanos, lo cual veo que, con mucha frecuencia, sucede en mi entorno. Sabemos que, en las culturas orientales, los animales eran venerados y tratados como sagrados, pero  ni el mismo título ni la misma consideración se la podemos dar a ellos, sobre todo cuando sabemos que el ser humano tiene una dignidad más elevada que ellos.

 Suele tratarseles como hijos o cosas parecidas y eso me parece un poco desequilibrado. Un error bastante arraigado es el de usar las cosas como inagotables, al punto de que, cuando empiezan a faltar, entonces se genera una crisis por ignorar utilizar las cosas en la justa proporción y consideración.

En nuestra sociedad colombiana suelen estar los dos extremos. Uno es de aquellos que quieren utilizar los animales como medio para adquirir ganancias (lo cual amenaza con la extinción de especies enteras)  y el otro usa a los animales como queriendo darles el lugar que solamente puede darse a los seres humanos. Por algo el primer hombre no encontró, cuando el Señor se los presentó, en los animales una ayuda adecuada sino que sacó de su costilla a la mujer para que fuese el complemento, la ayuda ideal para él.    

De igual modo, yo estoy convencido de que, una correcta apreciación de los animales consiste en reconocer que son útiles al hombre como se ha visto a lo largo de la historia, pero no se les equiparar con los seres humanos como si fuesen iguales a él. Ciertamente que debemos cuidarlos y evitar que se extingan porque ellos también están vinculados en el mantenimiento de los ecosistemas y el Papa Francisco, en su encíclica Laudato Sii' dice que, en ocasiones, es mejor que el hombre no intervenga para el adecuado desarrollo de las especies. Esto demuestra que el hombre, a veces cumple mejor su papel observando los fenómenos que ocurren alrededor suyo que interviniendo en ellos, cuando su acción puede ser perjudicial para la fauna y la flora terrestres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario