Nueva (absurda) teoría: El mundo se acabará este 2017
Para empezar, debo decir que me pareció algo habitual leer sobre el fin del mundo: se dijo, a finales del siglo pasado, que no pasaríamos del año 2000 y ya llevamos los primeros 17 años de la vigésima primera centuria de nuestra era. Si lo vemos con respecto al plano cartesiano, podríamos pensar que estamos en el lado positivo de esta recta porque el tiempo se cuenta antes y después de Cristo. Ahora bien, la cuestión del fin del mundo es un asunto tan antiguo como la existencia del hombre sobre la tierra. Desde todos los puntos de vista o mejor, desde diversos sitios más o menos interesantes se han postulado o imaginado las diversas formas y momentos en que el fin de la tierra se aproxima: Desde las tiras cómicas, el cine y las teorías científicas hasta nuestras creencias religiosas, todas con distintas elucubraciones y fechas que se han hecho mundialmente famosas por la ridiculez que han llegado a tener. Las teorías y suposiciones, en su mayoría, han sido infundadas o pobremente argumentadas. Sin embargo, aquí hay que apelar a aquel refrán que dice "toda regla tiene su excepción". Luego volveremos sobre esto.
Siguiendo con el meollo de la situación, hay que decir que el fin del mundo ha sido anunciado falsamente varias veces. La primera que recuerdo fue aquella del año dos mil. Se decía que, ese año, se acabaría el planeta. Basta decir que ya estamos en 2017, y noha pasado nada. La siguiente fue la del 666 (año seis, mes seis, día seis). Muchas personas, según se supo por los medios de comunicación, se atemorizaron porque se decía que ese era el número del diablo (he aquí un error interpretativo de un texto bíblico), y muchas madres hacían que sus hijos nacieran días antes y muchas personas arreglaban sus asuntos antes de morir. Esto resulta gracioso si nos damos cuenta de que llegó la fecha y no pasó nada; de hecho, no se había esperado algún hecho particular. El hecho de notar tres números iguales en categorías distintas como algo simbólico denota y saca a la luz, hilarantemente, que muchos de nosotros poseen una mente supersticiosa instigada, principalmente, por las creencias africanas que llegaron junto con los esclavos a las costas de latinoamérica en los tiempos de la conquista y de la colonia americanas. Incluso se puede decir que hay cierto morbo con esas cosas, cuando sí existen soluciones para esto.
Otra falsa advertencia de un inminente fin del mundo fue aquella promocionada por la película 2012 (que, por cierto, fue patética). En esta cinta se veía que cuatro de los cinco continentes se hundían y que solo sobrevivía África levantándose un poco más arriba de su plataforma continental. Este argumento cinematográfico tiene corte diluviano bíblico. Es una coincidencia irrelevante el hecho de que la tripulación del Apolo 17 haya tomado una foto de la tierra con uno de sus hemisferios completamente iluminado por el sol y que, precisamente, sea África la que esté ahí.
Vista de la Tierra, tomada en 1972 por la tripulación del Apolo 17. Esta imagen es la única de su clase hasta la fecha, en la que aparece un hemisferio completamente iluminado por el sol.
Siguiendo con el meollo de la situación, hay que decir que el fin del mundo ha sido anunciado falsamente varias veces. La primera que recuerdo fue aquella del año dos mil. Se decía que, ese año, se acabaría el planeta. Basta decir que ya estamos en 2017, y noha pasado nada. La siguiente fue la del 666 (año seis, mes seis, día seis). Muchas personas, según se supo por los medios de comunicación, se atemorizaron porque se decía que ese era el número del diablo (he aquí un error interpretativo de un texto bíblico), y muchas madres hacían que sus hijos nacieran días antes y muchas personas arreglaban sus asuntos antes de morir. Esto resulta gracioso si nos damos cuenta de que llegó la fecha y no pasó nada; de hecho, no se había esperado algún hecho particular. El hecho de notar tres números iguales en categorías distintas como algo simbólico denota y saca a la luz, hilarantemente, que muchos de nosotros poseen una mente supersticiosa instigada, principalmente, por las creencias africanas que llegaron junto con los esclavos a las costas de latinoamérica en los tiempos de la conquista y de la colonia americanas. Incluso se puede decir que hay cierto morbo con esas cosas, cuando sí existen soluciones para esto.
Otra falsa advertencia de un inminente fin del mundo fue aquella promocionada por la película 2012 (que, por cierto, fue patética). En esta cinta se veía que cuatro de los cinco continentes se hundían y que solo sobrevivía África levantándose un poco más arriba de su plataforma continental. Este argumento cinematográfico tiene corte diluviano bíblico. Es una coincidencia irrelevante el hecho de que la tripulación del Apolo 17 haya tomado una foto de la tierra con uno de sus hemisferios completamente iluminado por el sol y que, precisamente, sea África la que esté ahí.
Vista de la Tierra, tomada en 1972 por la tripulación del Apolo 17. Esta imagen es la única de su clase hasta la fecha, en la que aparece un hemisferio completamente iluminado por el sol.
El asunto fue que nada de esto pasó. La tierra ha dado cuatro
vueltas al sol y ya se encuentra haciendo su quinta traslación desde
entonces...
La última noticia
o teoría que ha aparecido sobre esta cuestión, cuando ya van los primeros 9
días de 2017 la conocí ayer por la tarde, a eso de las cinco. El artículo
postula (por supuesto, de manera absurda) que la Tierra llegaría a su fin el 17
de Octubre del año en curso [1]. Una característica común que
tienen todas las predicciones sobre el fin del mundo es la precisión en la
fecha, pero eso no significa nada. Solo denota que estamos en el tiempo y que
no sabemos realmente cuándo va a terminar este mundo… se dice que todo lo que
empieza tiene un final y es algo que hay que dejárselo al tiempo. Habrá que
ver. Por otra parte, hay que percatarse de la información ambigua con la que el artículo se presenta: es solo un conflicto de opiniones que no ofrece ninguna postura seria ni muchos menos confiable por parte de quienes sostienen tales afirmaciones. La razón para afirmar que la tierra acabará pronto estriba en la cantidad de fenómenos sísmicos que se han sucedido a lo largo del tiempo que llevamos en esta centuria, pero hay que saber que, por ser nuestro planeta un cuerpo telúrico es normal y predecible que sucedan cosas como estas. Además, también merece mencionarse que el hombre es el principal causante, de una u otra forma de la actual crisis ecológica por la que atraviesa la vida terrestre. De eso hablaré más adelante. El simple hecho de que circule por las redes un artículo así denota más bien un intento de influencia pesimista ante una traslación con 365 rotaciones como es el año en que ahora nos encontramos.
¿Será que estamos padeciendo el síndrome del pastorcillo mentiroso? ¿Acaso será una forma de llamar la atención por parte de algunos que quieren estar en el centro del flujo mediático? Lo cierto es que estamos cansados de que nos digan, reiteradamente, que se va a acabar el mundo sin suficientes argumentos y lo den por sentado como si fuera a pasar como nos lo dicen los que exponentes de tales planteamientos.
El fin del mundo desde el universo de los libros cómicos
"Toda regla tiene su
excepción", dice un refrán conocido por muchos de nosotros. Pues bien,
aquí me gustaría exponer la concepción cosmológica que se presenta en las
historias de superhéroes. De todas las que he visto y leído, me llama mucho la
atención la historia de Clark Kent, más conocido como Superman. Su historia
cómica nos cuenta que su planeta natal, Kriptón, fue destruido por fuerzas
telúricas al interior del planeta, y que el científico Jor-El los alertó a
todos para evitar, con la destrucción del planeta, la extinción de la especie
humanoide kriptoniana. Como se sabe, el general Zod aceleró o catalizó de
alguna manera la destrucción de su mundo al negarse Jor-El al pedido de que le
rehiciera genéticamente a su hijo. Fue entonces cuando Zod decidió someter a su
mundo, pero al perder la guerra fue desterrado a la Zona Fantasma, una cárcel
en otra dimensión[1] Al ver Jor-El que su
planeta se destruía envió a su hijo Kal-El a la tierra para que se convirtiera en el Salvador de esta[2].
En este conflicto kriptoniano
podemos ver retratado que no son los conflictos o problemas externos los que
acaban con una raza sino los problemas al interior de la misma. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Una que otra persona habla, como se ha dicho arriba, que el mundo va a
acabar de una u otra forma, pero lo cierto es que son los conflictos consigo
misma los que hacen que los seres humanos estemos en una crisis como la de hoy
en día: guerras, hambrunas, enfermedades a la vuelta de la esquina, conflictos diplomáticos
de grandes potencias, y el resultado de y la causa de todo esto es la crisis ecológica
de la que ya estamos viendo sus causas. Sobre esto me gustaría decir algo, y es
que esta cuestión del daño de la tierra se ha producido, sobre todo, por la
guerra, y es lamentable que la conciencia ecológica sea apenas reciente: desde
el 1869 la ecología es una ciencia y hasta el siglo pasado fue que vino a
surgir la conciencia ecológica. Poniendo
otro ejemplo podemos citar lo que ocurrió con el imperio romano. No fue el problema
de las invasiones bárbaras lo que
destruyo a este vasto imperio sino la decadente sociedad romana que, a la
medida que terminaba la Antigüedad, se corrompía cada vez más hasta que
finalmente desapareció. Algo así de malo, pero en proporciones más grandes según los tiempos de hoy, sucede en nuestro tiempo. Cuando un país se encuentra en conflicto interno es más probable que sucumba ante sus problemas que ante cualquier amenaza externa. El fin del mundo no será consecuencia de teorías ridículas y grotescas sino por los daños que el hombre se hace a sí mismo y al entorno que lo rodea. Tenemos que ser más realistas y menos fantasiosos al respecto de eso.
Felicitaciones brother. Me gustó el artículo!
ResponderEliminarGracias. Estoy pensando hacer otro
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