LA ISLA DEL PARAÍSO[1]
LAS TRAVESÍAS DE SAN BRANDAN
Considerado
sin razón durante mucho tiempo como legendario, san Brandan es uno de los
grandes viajeros de la época celta. Durante siglos, los relatos apócrifos de
sus viajes apasionaron a los lectores medievales. Las distintas versiones de la
Navegación de san Brandan (Navigatio Sancti Brandani) se escalonan entre los
siglos IX y XIV, pero las copias de manuscritos aumentan sensiblemente a partir
del siglo XII y su difusión se extiende por toda Europa. La fascinación que
ejerce el personaje se explica por la convicción generalizada que descubrió la
Isla de las Maravillas, es decir, el Paraíso terrenal.
LOS MONJES NAVEGANTES
En
los siglos V y VI, los monjes celtas, cuya tradición católica de origen
oriental se opone en cierta medida a la que Roma intenta imponer en Europa
continental, se adentran en el mar. Se proponen convertir a los paganos del
oeste, lo que explica la importancia que reviste para ellos conocer las islas
del Atlántico.Por otra parte, en el evento que pudieran realizar el viaje hasta
Jerusalén al menos una vez, se les recomienda exiliarse solos o en pequeños
grupos en lugares apartados para hacer penitencia y construir eventualmente un
monasterio. De este modo, se establecen en Islandia ya a fines del siglo V. Sin
embargo, numerosos monjes ya no pueden integrarse a la vida común y pasan su
tiempo viajando de isla en isla. La razón de sus vagabundeos radica en una
esperanza loca: descubrir el paraíso terrenal que una tradición ubica con
extraña certeza al otro lado del Atlántico.
LOS PRIMEROS VIAJES DE BRANDAN
Hacia
el 506, Brandan, un hombre libre nacido en Irlanda alrededor del 484 y ordenado
sacerdote por el año 504, vive en el país de Gales. Unos quince años mis tarde,
realiza, junto a una pequeña tripulación, su primer gran viaje hasta Islandia a
bordo de una embarcación liviana llamada coracle. En el curso de uno de sus
viajes a esta isla, entonces considerada como la antesala del Paraíso, una
especie de «purgatorio moderno», divisa por primera vez, la capa de hielo que
cubre el océano polar y los icebergs. Hacia el 527, esta vez acompañado por
otros dos coracles, llega al parecer por primera vez hasta las Canarias, las
islas de la Fortuna de los antiguos, luego toma rumbo hacia mar afuera. ¿Hasta
dónde llega exactamente en este viaje? No sabríamos decir, ya que las
diferentes fuentes tienden a confundir las peripecias de este viaje con las de
la expedición siguiente, que fue de mucha mayor trascendencia.
Sin
embargo, parece que después de haber viajado lentamente por el mar, los
coracles deben enfrentar una terrible tormenta que hunde a dos de ellos con su
tripulación y cargamento. Cuando vuelve la calma. Brandan y los sobrevivientes
divisan desechos vegetales flotando en el agua que indican la proximidad de una
tierra occidental. Demasiado afectados los marinos deciden sin embargo
devolverse: el viaje no logra cumplir su objetivo.
RUMBO AL PARAÍSO
Unos
quince años más tarde, probablemente en 544 - 545 (a la sazón Brandan ya tiene
casi sesenta años y vive en Bretaña), el monje emprende una nueva expedición.
Esta vez se embarca en un sólido navío de madera, un pontón, y después de hacer
otra vez escala en las Canarias, se lanza a la conquista del Atlántico.
Nuevamente, los textos relatan las dificultades de una larga travesía en alta
mar y mencionan una tempestad. Luego los navegantes descubren, flotando en el
agua hojas de palmera y extrañas cáscaras cubiertas de fibras, sin duda nueces
de coco. Este detalle es muy importante, ya que los textos que lo citan datan
de una época en que estos frutos todavía no se conocían en Europa. Unos días
después, el barco llega finalmente a una gran isla tropical. La descripción de
esta isla y la de la corriente marina que la rodea antes de internarse hacia el
este hacen pensar que podría tratarse de Cuba. Brandan desembarca ahí y se
establece por cierto tiempo, luego vuelve a Bretaña, a la que llega dos años
después de su partida. Los textos afirman que ha pisado el suelo del Paraíso
terrenal.
[1] La
versión completa de este texto la puedes encontrar aquí: file:///C:/Users/ARNOLDO/Desktop/Los%20Grandes%20Enigmas%20-%20Larousse.pdf
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