EL VERDADERO DRÁCULA [1]
Un príncipe rumano personifica al
vampiro
Desde
fines del siglo XIX, con la aparición de la novela Drácula, de Bram Stoker el
mito del vampiro se arraigó en la imaginación popular. La figura y el nombre de
un antiguo y cruel jefe guerrero de los Balcanes vuelven a rondar las mentes:
el príncipe Vlad Dracul.
La
muerte y la sangre juegan un papel primordial en la imaginación de los hombres,
luego no hay que sorprenderse del éxito que encuentra el tema del vampiro,
muerto-vivo que vive eternamente chupando la sangre de sus víctimas. Por medio
de la horrible criatura, se aborda también el sueño, aunque alterado, de una
existencia infinita.
Una ficción...
Drácula
relata el dramático enfrentamiento entre un grupo de personas, lideradas por el
profesor Van Helsing, médico versado en las ciencias ocultas, y el despiadado
vampiro de Transilvania, el conde Drácula.
La
tradición vampírica ya se encuentra sólidamente establecida cuando se publica
la novela en 1597: en la época romántica, Byron, Giovanni, Polidori evocaron a
estos muertos que abandonan sus tumbas para atormentar a los vivos. Sin
embargo, el origen de los vampiros se remonta aún más lejos; a las harpías de
la Antigüedad conocidas por raptar hombres que jamás volvían a aparecer, a los
monstruos sedientos de sangre de las leyendas medievales rusos, alemanes o
rumanas. Lo novedoso de la novela de Stoker reside en su aspecto sexual, tanto
en sus apetitos sádicos como mórbidos. También se encuentra en un cierto número
de procedimientos que el autor, apasionado por la magia, imagina para espantar
a los vampiros: la utilización del ajo u de la cruz y el hecho que los vampiros
puedan entrar en una casa sin haber sido invitados, invenciones varias veces
retomadas de ahí en adelante en la literatura y el cine.
Drácula,
tal como lo describe Bram Stoker, es ante todo un personaje de ficción. No
obstante, el escritor se inspiró, para crearlo, en un hombre que existió
realmente, el siniestro Vlad IV, apodado Tepes, el Empalador.
...lnspirada en la realidad
En el siglo XV, uno de
los príncipes de Valaquia, provincia bajo dominación turca, ubicada entre los
Alpes de Transilvania y el Danubio, es conocido con el nombre de Vlad Dracul,
este último término significa dragón, el emblema del rey. Cuando su hijo Vlad
IV, nacido en 1430, lo sucede a la edad de veinticinco años, recibe el título
de Drácula, es decir, hijo del dragón.
Desde su infancia, Vlad
Tepes es confrontado con la violencia. Ve a su padre asesinado y su hermano
mayor enterrado vivo. El mismo es retenido varios años en una fortaleza como
rehén por los turcos. En efecto, el imperio Otomano se encuentra entonces en el
apogeo de su poderío y se extiende hasta las fronteras de Hungría.
Vlad Tepes
Vlad
Tepes, a pesar de su sombría personalidad, es aún considerado por muchos
rumanos como un héroe nacional por haber intentado liberar las provincias
rumanas de Valaquia, Moldavia y Transilvania del dominio del invasor turco, Él
es uno de los jefes guerreros más temido por las tropas de ocupación del sultán
Mehmed el Conquistador. Sin embargo, en 1462, es vencido y debe refugiarse en
Hungría, donde es nuevamente tomado prisionero por razones políticas hasta
1473.
O Vlad el Empalador
El
empalamiento, en una estaca de madera o hierro, es su método favorito para
deshacerse de los prisioneros turcos o de sus opositores -de ahí su
sobre-nombre. En el siglo XV, su crueldad es conocida y un grabado alemán de
1499 lo muestra festejando en medio de los cadáveres empalados. Se estima entre
50.000 y 100.000 el número de sus víctimas empaladas, quemadas o incluso
desolladas vivas durante so corto reinado de una decena de años. Como sutil
refinamiento, el príncipe a menudo manda engrasar o arromar la punta de las
estacas para prolongar la agonía del ejecutado.
Su
sadismo no conoce límites: crónicas locales cuentan que para castigar a unos
emisarios turcos que no se descubrieron en su presencia, ordena que se les
clave el fez en el cráneo. En otra ocasión, manda reunir a una gran cantidad de
pobres y minusválidos en una amplia sala cerrada bajo el pretexto de invitarlos
a un banquete y ordena prenderle fuego. De vuelta en 1476 en el trono de
Valaquia, Vlad Drácula es asesinado dos meses después sin que se sepa
exactamente quién organizó su caída: rivales locales o turcos. Es decapitado y
su cabeza ensartada en la punta de una estaca. A principios de nuestro siglo,
su presunta tumba es abierta y, para sorpresa general, se encuentra vacía. Así,
la leyenda se reúne con el personaje mítico creado por Bram Stoker.
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