EL TRIÁNGULO DE LAS ISLAS BERMUDAS[1]
Las
desapariciones en el mar han sido numerosas y aun los casos no resueltos son
generalmente explicables. Pero si existe un lugar donde las condiciones en que
han sucedido estos dramas permanecen aún en la oscuridad, ese lugar es sin duda
el llamado “triángulo de las Bermudas”.
Recién
en 1964 el periodista norteamericano Vicente Gaddis empleó por primera vez esta
expresión en un periódico. De ahí en adelante, el “Triángulo de las Bermudas”
se utiliza para referirse a la región situada entre la Florida, las Bermudas y
Puerto Rico, donde centenares de aviones, barcos y personas se han desvanecido
sin dejar huellas.
EL VUELO 19 NO RESPONDE
El
5 de diciembre de 1945, el vuelo 19, una escuadrilla de cinco aviones
torpederos Avenger, provistos de un equipo de navegación muy sofisticado,
levantaron vuelo desde la base aeronaval de Fort Lauderdale, en Florida, en una
misión de rutina.
Todo
se desenvolvía normalmente cuando, repentinamente, al cabo de una hora y media
de vuelo, el teniente Carlos O. Taylor informó con preocupación a la torre de
control que estaban perdidos y que no podían distinguir la superficie del
océano. La torre pidió entonces a los aparatos que se dirigieran hacia el
oeste, pero la respuesta del oficial fue aún más sorprendente que su primera
afirmación: “No sabemos dónde está el oeste. Todo parece falso, extraño. No
estamos seguros de ningún rumbo. Incluso el océano no parece ser el mismo de
siempre”. Como el contacto radial quedó interrumpido, un gran hidroavión
bimotor «Martin Mariner» fue enviado en auxilio de los aviones, pero éste
desapareció a su vez, tan misteriosamente como ellos. De este modo, seis
aviones y veintisiete hombres se desvanecieron en unas pocas horas, sin que
ninguna explicación racional fuera descubierta por la comisión investigadora de
la Marina ni por varias “revelaciones” posteriores.
DESAPARICIONES INEXPLICABLES
Si
bien el vuelo 19 sigue siendo el caso más famoso, no es un caso aislado, ya que
la lista de víctimas del Triángulo de las Bermudas es larga. Por lo demás, es
esta frecuencia anormalmente alta de desapariciones en comparación con las de
otras zonas marítimas, junto a otras razones, lo que ha dado origen a la fama
de este lugar. Así, entre 1945 y 1975, treinta y siete aviones, más de
cincuenta barcos e incluso un submarino atómico, con toda su tripulación, se
han evaporado sin causa aparente y sin que se haya encontrado ningún cuerpo ni
resto alguno.
Notorio
es el caso del Cyclop, un carbonero de la Marina norteamericana con trescientos
ocho hombres a bordo, entre los cuales estaba el cónsul general Alfredo
Gottschalk, que desapareció misteriosamente en 1918. Treinta años más tarde, un
avión de transporte DC 3 sufrió la misma suerte mientras se
encontraba a unas cincuenta millas de Miami. El último mensaje del capitán
informaba, sin embargo, a la torre de control que todo estaba bien y que
esperaba las instrucciones para aterrizar. Como hecho curioso, cabe señalar
que, con excepción del vuelo 19, las víctimas no envían jamás la menor señal
pidiendo auxilio sino, por el contrario, a menudo indican un poco antes del
drama que su travesía se desenvuelve en forma completamente normal.
EXTRAÑOS FENÓMENOS LUMINOSOS
Muchos
testimonios se refieren, en cambio, a sucesos poco habituales, como la pana
total de los equipos de a bordo, fenómenos visuales incomprensibles a
observaciones de curiosas luces submarinas. Así, el remolcador de salvamento
Good News, que cubría la ruta entre Puerto Rico y Fort Lauderdale en 1966, se
vio repentinamente rodeado por una neblina muy espesa, y sacudido por un mar
encrespado.
El
compás y los instrumentos eléctricos se descompusieron enseguida, pero cuando
el navío salió de esa bruma misteriosa, el tiempo estaba despejado, el mar
estaba calmo y los instrumentos funcionaban de nuevo normalmente. El mismo tipo
de contratiempo le sucedió, en 1972, al piloto Chuck Wakely cuando volaba entre
Bimini y Miami, creyó ver que las alas de su avión se volvían translúcidas y en
pocos minutos la cabina de pilotaje era inundada por una extraña luz, mientras
el aparato cambiaba de dirección sin que él pudiera evitarlo. Finalmente, la
luz se desvaneció y los instrumentos volvieron enseguida a operar en forma
normal.
Por
fin, en 1975, cuando la lancha costera Diligence iba en auxilio de un carguero
en llamas, su radio se apagó bruscamente sin razón alguna. La tripulación vio
unas misteriosas luces verdes que caían del cielo. La investigación posterior
no pudo, tampoco en este caso, entregar ninguna explicación racional de esta
falla y de estos extraños fenómenos.
[1] El
texto completo lo puedes encontrar aquí: file:///C:/Users/ARNOLDO/Desktop/Los%20Grandes%20Enigmas%20-%20Larousse.pdf
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