lunes, 30 de abril de 2018

Hermenéutica e interpretación


¿CÓMO LA HERMENÉUTICA ANALÓGICA PUEDE EVITAR LAS FALLAS TANTO DEL UNIVOCISMO COMO DEL EQUIVOCISMO EN LA INTERPRETACIÓN?

El presente ensayo, sobre hermenéutica y analogía,  pretende demostrar la viabilidad de los múltiples puntos de vistas a la hora de interpretar un texto. El autor piensa que es necesario tener en cuenta la intencionalidad del autor para hacer una correcta interpretación del texto. Aquí surgen preguntas como: ¿Quién escribió el texto? ¿A quién va dirigido? ¿Por qué lo escribió? ¿Cuándo lo escribió? En ese orden de ideas, hay que decir algo muy importante: en un mundo mediatizado por las tecnologías es necesario intentar recordar estos interrogantes a la hora de interpretar un texto, ya sea sagrado o profano. Estas preguntas, y el arte de interpretar un texto cualquiera, son los principios elementales para la lectura crítica; es como si la hermenéutica y la lectura crítica fueran de la mano. De hecho, tanto una como otra están relacionadas entre sí. No se puede hablar de lectura crítica sin interpretar un texto ni se puede interpretar un texto sin la indispensable herramienta de la lectura crítica.
Así como en el ámbito moral es muy importante la intencionalidad de los actos de los sujetos morales, la intencionalidad al momento de escribir, por parte del autor,  es muy importante. Para la lectura crítica y, por ende, la interpretación es necesario tener en cuenta el momento en que se escribió el texto. Cuando tenemos en cuenta este factor, descubrimos que el autor nos comenta cómo eran las cosas en su tiempo y en su cultura. Por ejemplo, si consideramos el escrito aristotélico De caelo podemos saber cómo era el concepto que el hombre de aquella época tenia del universo y por qué se creían aquellas determinadas cosas en la antigüedad y nos permite entender, de mejor manera nuestro concepto actual sobre un tema en especial como el universo, en este caso particular. En la antigüedad creíamos que la tierra era el centro del universo, que el sol y los planetas giraban en todo de ella, que no podría haber planetas en torno a otras estrellas y ni siquiera nos preguntábamos si podría haber vida en otros mundos; a día de hoy, sabemos  que la tierra no es centro del universo, que es la tierra la que gira alrededor del sol, que hay planetas orbitando otras ellas (en astronomía, los conocemos como exoplanetas), que existen muchísimas otras galaxias a diferencia de la nuestra y, ahora mismo, nos preguntamos cómo sería la vida (en caso de que exista, claro está) en otros planetas o es si ella es tal y como la conocemos en la tierra.
Este mismo ejemplo de interpretación y lectura crítica podríamos aplicarlo a textos de muy diversa índole pues, aun dependiendo de cada particularidad, se presentan los mismos elementos. En cuanto más se sepa del autor, así mejorará la calidad de la interpretación de sus obras.
Enfocándonos más en la interpretación textual en sí misma, es preciso tener en cuenta el criterio de verdad o de validez interpretativa para poder determinar el nivel de validez de una interpretación dada. Es decir, cuánto puedo acercarme a la verdadera intencionalidad del autor cuya obra trato de interpretar o allegarme. Con respecto a que cualquier interpretación es válida, tengo mis reservas porque no es posible que alguna persona escriba algo solo porque quiso hacerlo; todo autor refleja en su obra una intencionalidad determinada y sería una injusticia textual creer lo contrario. Para poner otro ejemplo, recuerdo la ética a Nicómaco.  Esta obra, como su título lo dice explícitamente, se dirigía a Nicómaco, que era hijo del filósofo y le enseñaba lo que era la virtud y cómo podía aplicarla en su vida diaria. La intencionalidad del autor, aquí, se deja ver con toda claridad: Aristóteles escribió este libro para que su hijo supiera cómo ser virtuoso y la mejor y más correcta manera de conseguirlo. Y lo podemos aplicar a nosotros mismos. Además, un texto tan específico como ese no da pie para ninguna duda en cuanto a intencionalidad de parte del autor se refiere. A pesar de que puede haber una claridad a este respecto y como en las palabras en una conversación diaria, las obras escritas también tienen una tendencia a la tergiversación de la intencionalidad con que es redactada cada palabra de un escrito cualquiera, pero esto se debe a una aproximación marcadamente subjetivista con respecto a la obra seleccionada para su posterior interpretación. Es reduccionista considerar las cosas exclusivamente desde el punto de vista del sujeto cognoscente (el intérprete de una obra) sin tener en cuenta el objeto del cual se hace la interpretación (el autor, su obra y la intencionalidad con que escribe); es como si no se quisiera captar verdaderamente lo que el autor quiere decirle al sujeto interprete y solo se enfocara en sí mismo, como no debería ser…
Algunas personas afirman que, para poder aprehender e interpretar correctamente  un texto en concreto, hay que leer el documento más de una vez. Según ellos, esto sería conveniente para que podamos captar la magnitud del pensamiento del autor que estemos consultando en un momento determinado.  
Como lo decía más arriba, la intención con que se escriben muchas cosas en una sociedad tan mediática como la nuestra tiene mucho que ver en cuanto a credibilidad se refiere: el flujo de información, verídica o falsa, es más rápido que antes de la existencia del internet. Ahora tenemos mayor acceso a cualquier tipo de información que en otrora, y por esto se hace más imperiosa la interpretación la objetividad con toda la información a la que podamos recurrir.
Entonces, ¿tienen que estar contrapuestas, necesariamente, interpretación textual y lectura crítica? Para poder responder a esta pregunta como es debido, es necesario recordar qué es lectura crítica. Cuando hablamos de lectura crítica hablamos de un tipo de lectura que tiene en cuenta muchos factores que también usa la interpretación textual o hermenéutica pues, para una y para otra, se necesita saber quién era el autor, cuando escribió su obra, cuál era su intencionalidad y por qué escribió eso. ¿Por qué se puede caer en esa contraposición? Sencillamente porque en la hermenéutica o interpretación textual solo necesitamos entender qué era lo que quería decir el autor; mientras que en la lectura crítica, además de tener en cuenta lo que nos dice el autor, es necesario considerar nuestra postura con respecto a lo que se nos presenta o al objeto de nuestro conocimiento. Ahí es cuando entra en acción el subjetivismo adecuadamente: se trata de ejercer una posición, ya sea de asentimiento u oposición, argumentada y claramente con respecto a un tema en particular.  He aquí la clara diferenciación entre una y otra cosa, aunque tengan mucha relación cuando se trata de afrontar un texto determinado.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario